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Descuido de cien años la causa, revela encuesta de la Biblioteca del Congreso

Perdidas, 70 por ciento de las cintas mudas estadunidenses

Esos filmes tienen un estilo narrativo que aún influye en las nuevas generaciones: historiador

Cleopatra, El gran Gatsby y Londres después de medianoche, entre las películas dañadas

Foto
Fotograma de Cleopatra, cinta de J. Gordon Edwards, protagonizada por Theda Bara y rodada en 1917
 
Periódico La Jornada
Sábado 4 de enero de 2014, p. 5

Washington, 3 de enero.

La mayoría de los largometrajes mudos que fueron filmados en Estados Unidos se han perdido debido al deterioro y al descuido en los 100 años pasados, lo que significa que una parte del arte cinematográfico del siglo XX casi haya desaparecido, según un estudio dado a conocer a principios del mes.

En los pasados dos años, la Biblioteca del Congreso realizó su primera encuesta integral de películas mudas, y concluyó que 70 por ciento se ha perdido. De los casi 11 mil largometrajes mudos filmados entre 1912 y 1930, sólo encontró 14 por ciento en su formato original. Aproximadamente 11 por ciento de las películas que sobreviven existen en calidad de versiones extranjeras o en formatos de baja calidad.

Durante el auge del cine mudo, entre 1912 y 1929 –antes de las cadenas de radio y televisión–, ir al cine se convirtió en la forma más popular de entretenimiento. La asistencia a las salas en Estados Unidos promedió 46 millones semanales en los años 20, en un país de 116 millones de habitantes, según el informe.

El historiador y archivista David Pierce, quien realizó la encuesta para la biblioteca, dijo que pocas formas de arte que ya no existen tienen la resonancia de las películas mudas.

Es un estilo de narración perdido y las mejores películas del género tienen tanta influencia sobre el público hoy que cuando las estrenaron, dijo. Cuando se elimina el diálogo de una narración es un gran reto para los creadores poder contar la historia de manera completamente visual. Y es esa limitación, me parece, lo que hace a esas películas tan efectivas.

Pocas películas a salvo

Entre los filmes destacados que ahora se consideran perdidos, están Cleopatra, de 1917; El gran Gatsby, de 1926; Londres después de medianoche, de 1927, protagonizada por Lon Chaney, y El patriota, de 1928.

Todavía existen largometrajes mudos con estrellas como Buster Keaton, Charlie Chaplin y Mary Pickford. El Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Biblioteca del Congreso y otros archivos han preservado estas películas hace decenios. Pero el estudio señala que por cada clásico que sobrevive hay decenas que se han perdido.

La vulnerabilidad de las películas con material de nitrato al fuego y al deterioro han contribuido a las pérdidas, además de la práctica de descuidar o destruir los positivos y negativos, escribió Pierce.

De los grandes estudios, MGM se destacó por su labor de preservación de las películas mudas. El estudio también tenía en su colección cintas como Lo que el viento se llevó y El mago de Oz, y encontró valor comercial en filmes viejos que presentó en los cines y la televisión, dijo Pierce, así que invirtió en su cinemateca como nadie y salvó 113 obras mudas que produjo o distribuyó.

MGM también entregó positivos y negativos a archivos, en particular a la casa George Eastman, en Rochester, Nueva York; 68 por ciento de las películas mudas de esa casa cinematográfica sobreviven.

Al mismo tiempo, Paramount Pictures, el estudio dominante de los primeros tiempos del cine, destaca por los pocos filmes que sobreviven de sus mil 222. El estudio de la Biblioteca del Congreso señaló que Paramount no tuvo un programa de preservación hasta los años 80 y que ahora sólo 29 por ciento de sus películas o fragmentos de filmes mudos pueden ubicarse.

Pero en las bóvedas de los estudios no hay mucho que encontrar, escribió Pierce, así que los conservacionistas buscan ahora en archivos extranjeros o colecciones privadas para identificar cualquier otro ejemplar que pueda salvarse.

James Billington, de la Biblioteca del Congreso, escribió en el informe que el país ha perdido buena parte de su historial creativo de una era que llevó las películas estadounidenses a lo máximo de ese arte.

La pérdida de los largometrajes estadunidenses mudos es alarmante e irrecuperable para nuestro historial cultural, escribió.