Ciudad del Vaticano, 2 de enero.

Más de 6 millones 623 mil personas asistieron a actos religiosos del papa Francisco en el Vaticano desde su elección en marzo de 2013, casi el triple de los 2 millones 300 mil que acudieron a actos de Benedicto XVI en todo 2012.

El Vaticano informó que las cifras se basan en el número de boletos emitidos para presentaciones papales como audiencias generales, misas y recepciones privadas, así como en estimaciones sobre la cantidad de personas que acudió a apariciones al aire libre del Papa argentino en la Plaza de San Pedro.

Tan solo en las audiencias generales semanales, que tradicionalmente tienen lugar los miércoles, la Casa Pontificia registró más de un millón y medio de participantes, o sea un promedio de 51 mil 500 personas.

En comparación, durante los 15 primeros meses del pontificado de Juan Pablo II (1978-2005), el promedio de fieles presentes era de 33 mil por audiencia.

La plegaria del Ángelus, que tiene lugar el domingo y en ocasión de las grandes fiestas, reunió a más de dos millones 700 mil personas.

El Vaticano dijo que las cifras dadas a conocer hoy no incluyen a las multitudes congregadas en torno al Papa durante sus viajes a las localidades italianas de Asís y Lampedusa (en Cerdeña) ni su participación en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Río de Janeiro, Brasil, en julio pasado.

Las entradas para el público y las misas se emiten de forma gratuita mediante la Prefectura de la Casa Pontificia de la Santa Sede y por lo general son distribuidas a través de parroquias e instituciones de la Iglesia.

Benedicto XVI renunció a su pontificado el 28 de febrero de 2013, convirtiéndose en el primer Papa en 600 años en hacerlo, en vez de seguir al frente de la Iglesia católica hasta su muerte.

Francisco, quien el mes pasado fue nombrado persona del año por la revista estadunidense Time, ha atraido una gran cantidad de personas al Vaticano con un estilo extrovertido, sencillo y amigable.

El primer Papa no europeo en mil 300 años, y también el primer latinoamericano, se hizo cargo de una institución sacudida por una serie de casos de abuso sexual y por la pérdida de fieles que se pasan a otras religiones.

Jorge Mario Bergoglio renunció a los amplios departamentos papales en el Palacio Apostólico para vivir en una pequeña vivienda ubicada en una casa de huéspedes, y se moviliza en un vehículo estándar en lugar de la tradicional limusina papal.

También insiste en reformar la Iglesia para convertirla en una instancia más cercana a los pobres, que rechace la hipocresía y el lucro.