Morelia, Mich., 26 de diciembre.

Los 32 guardias comunitarios nahuas de Aquila, que desde el 14 de agosto pasado fueron encarcelados en un penal de Veracruz, y cinco más en otro de Morelia, están por alcanzar su libertad; sólo quedan en prisión quienes tenían órdenes de aprehensión, como Agustín Villanueva Ramírez, a quien además de uso de armas de uso exclusivo del Ejército, lo acusan de robo y secuestro, aseguraron sus abogados y jefes del grupo de autodefensa.

El presidente del comisariado comunal de Aquila, Octavio Villanueva Magaña, acusó a la empresa Ternium de estar detrás del ataque contra el pueblo nahua, porque los intereses económicos llevaron a sus compañeros a prisión, además de una venganza personal en contra de Villanueva Ramírez.

Relató que a principios de los 90 el gobierno federal otorgó a la empresa Ternium una concesión con un área de explotación de 73 hectáreas, pero a la fecha ha invadido 200; por ello, los comuneros han emprendido una lucha para exigir el pago de regalías por sus tierras.

“Hubo amenazas de muerte Para Villanueva Ramírez y su familia, comenzaron las demandas en su contra, pretendieron desconocerlo como comunero ante el Tribunal Agrario de Colima, ya que es la jurisdicción a la que pertenece Aquila, pero el fallo fue a su favor.

En diciembre de 2011, la asamblea comunal decidió hacer un paro total en la mina que duró tres meses. Acabábamos de constituir una empresa de tractocamiones para el traslado de material, pero la empresa se negó a darnos contrato. En febrero de 2012 enviaron policías federales y estatales para desalojar el plantón, pero no lo lograron, apuntó.

El 18 de marzo de ese año, añadió, se firmó un acuerdo en el que Ternium se comprometía a pagar 3.8 dólares por tonelada; sin embargo, había una cláusula que señalaba que todo iba a depender del precio internacional del hierro y “nunca se nos pagó lo acordado, sólo se pagó arriba de dos dólares.

“Al darnos cuenta que la empresa se estaba extendiendo en la zona de explotación de la mina, nos amparamos y un juez federal dio la orden de que la empresa frenara la explotación –subrayó–, de ahí que se les ocurrió a los directivos de la empresa la absurda demanda de que Agustín Villanueva se había robado seis camiones pesados que mueven mineral en la mina.

Lo más grave fue que en abril de 2012 Ternium publicó en periódicos locales la cantidad que pagaba de regalías, ya que diariamente se trasladan más de 5 mil toneladas diarias de material. Nos puso el dedo para que el crimen organizado viniera a secuestrar y extorsionar. Teníamos que pagar dos mil pesos por cada uno de los 401 comuneros al mes, precisó.

Puntualizó que el surgimiento de las guardias comunitarias fue porque la delincuencia atentó contra la comunidad, aumentó la inseguridad, el pago de cuotas, amenazas y asesinatos, lo que los obligó a seguir los pasos de los municipios de Chinicuila y Coalcomás, que también se habían levantado y que les brindaron apoyo.