De los 40 mil 494 internos que están en los diez reclusorios de esta capital, sólo 3 por ciento trabajan en la industria penitenciaria, según revelan datos oficiales de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario, de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal, entregados vía una solicitud de información.

Según los datos publicados por esa dependencia en su portal de Internet, al 26 de diciembre de este año se tenía una población penitenciaria de 40 mil 493 personas, de las cuales mil 242 se ocupaban –al 29 de octubre pasado– en alguno de los talleres o actividades manufactureras que se desarrollan en esos centros de readaptación social.

La información entregada por esa subsecretaría detalla que hoy día operan 18 socios industriales en todos los reclusorios del DF; de ellos, 13 son empresas del sector privado, cuatro son personas físicas y una es cooperativa.

Respecto del número de internos ocupados, destaca ese organismo que la mayoría se concentra en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte (Reno), con 311; le sigue la Penitenciaría de Santa Martha, con 240; atrás, el Reclusorio Sur, con 222, y el Centro Varonil de Reinserción Social (Cevareso) Santa Martha Acatitla, con 216.

Más atrás están el Reclusorio Oriente, con 132 reos laborando en la industria penitenciaria; Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla, 49; Centro Femenil de Reinserción Social, 30, y en los Centros de Ejecución y Sanciones Penales Varonil Norte y Oriente, con 21 cada uno.

Por lo que se refiere a las actividades que desarrollan los 18 socios industriales en esos lugares, la subsecretaría resaltó que se trata de labores tan variadas como confección de uniformes deportivos, prendas para dama, elaboración de artesanías o maquila de joyería de fantasía.

Por último, la respuesta a la solicitud de información remarca que los internos laboran en la industria penitenciaria con fines terapéuticos y ocupacionales y orientado a la formación, desarrollo y consolidación de hábitos y habilidades productivas, además de que obtienen por ello una remuneración y cuenta para su proceso de preliberación.