En el Senado de la República se prepara una nueva Ley General del Agua que permita resolver la sequía, el desabasto y el costo del líquido, los cuales representan graves problemas sociales y económicos que a su vez implican un riesgo de ingobernabilidad, informó el presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos de esa cámara del Congreso, Aarón Irízar López.

El senador priísta explicó que el objetivo es establecer un marco jurídico para sancionar a quienes desperdicien el agua, regular los mecanismos de construcción de casas para establecer tecnología de ahorro y controlar el costo de venta del líquido, sea de forma embotellada o mediante pipas.

Sostuvo que el tema del agua es fundamental en la vida de cualquier país, y cualquier gobierno que no lo ponga en su agenda como asunto fundamental, incurre en un grave error.

Recordó que el Senado ha realizado diversos foros y consultas que permitan definir políticas públicas, decisiones de gobierno, voluntades ciudadanas, para cuidar este importante líquido en este país.

Apuntó que una de las principales preocupaciones es el desperdicio: En la agricultura, que es la fuente primaria más importante de este país, se desperdicia aproximadamente 60 por ciento del agua.

En las ciudades, prosiguió, el desperdicio varía entre 12 y 14 por ciento, y se debe principalmente al uso de agua potable para lavar automóviles y calles, regar jardines y para el baño de las personas.

Tal desperdicio es notable si se considera que 77 por ciento del agua se asigna principalmente a la agricultura, 14 por ciento para el consumo humano en las ciudades y cinco por ciento para uso industrial.

Se desperdicia por malas actitudes, por no tener sistemas de conducción modernos o por sistemas de cultivos no eficientes y México requiere ir con prisa y con certeza para cuidar el agua en ese entorno agropecuario.

Prevén sanciones para quien desperdicie el líquido

Se debe modificar el o marco jurídico para sancionar a quien desperdicie irresponsablemente este vital líquido.

El senador Irízar agregó que en la nueva ley es necesario incluso modificar el sistema de construcción de vivienda, hoteles y hospitales, para que se incluyan métodos de reciclaje y otros mecanismos de ahorro de agua.

Ya hay metodologías de construcción de artículos que permiten no usar agua. Usan ciertos componentes químicos renovables que ya no consumen el líquido. En México todavía eso es escaso, apuntó.

La nueva ley , agregó, deberá regular la venta mediante pipas e incluso la del agua embotellada, pues el acceso al líquido vital es un derecho constitucional que tienen todos los mexicanos y su comercialización se debe revisar, pues cada vez vemos que es más caro, y cada día es una necesidad de más alto consumo. Hoy es más cara una botellita de agua, a veces, que un litro de gasolina.