A partir de este lunes, sobrecargos jubilados de Mexicana de Aviación comenzaron a recibir una mínima parte del pago de sus pensiones que corresponde a la última quincena de octubre y las dos de noviembre de 2012.

Cecilia Bertrand, quien acudió con algunos de sus compañeros a la Torre de Mexicana, comentó que es una burla lo que recibieron. Realmente no es nada los 13 mil 500 pesos que nos dieron, como parte de las tres quincenas de 4 mil 500 pesos cada una, pero es un paliativo al menos para pasar la Navidad con nuestras familias. Seguiremos peleando por nuestras pensiones vitalicias.

La azafata jubilada, con más de 20 años de servicio, dijo que los pagos son las primeras parcialidades que reciben luego de esperar más de medio año. Después de que mis compañeros hicieron la huelga de hambre en abril, se nos entregó una cantidad de 27 mil pesos, diferida en seis quincenas y ahora queríamos que se nos entregara la misma cantidad, pero pensamos que fue nuestro líder sindical (Ricardo del Valle) quien puso un monto límite y fue lo que logramos obtener.

Por separado, Rogelio Martínez López, quien permanece junto con Cecilia en el campamento permanente en lo que fueron los mostradores de la aerolínea en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, señaló que continuarán con sus protestas en tanto no reciban el pago de sus pensiones.

Abundó que, ante la omisión de las autoridades federales, a finales del próximo mes intensificarán sus protestas en diferentes dependencias. Entre ellas nos crucificaremos simbólicamente, representando a los compañeros que han fallecido. Solamente nos van a sacar muertos de aquí.

Durante la entrevista, Herminia Jaime Santos, jubilada con 22 años antigüedad, sufrió una recaída, debido a que padece depresión, por lo que fue trasladada en un taxi a una clínica cercana.

Al respecto, Rogelio Martínez explicó que desde muy temprano su compañera se empezó a sentir mal, por lo que pidió atención médica a los médicos del aeropuerto; sin embargo, aseguró que un par de horas más tarde su salud empeoró. Volvimos a solicitar atención a los doctores, pero tenemos más de una hora esperándolos, por lo que mejor fue trasladada a una de las clínicas cercanas, agregó.