Damasco, 23 de diciembre.

Por noveno día consecutivo las fuerzas armadas sirias continuaron una ofensiva aérea y terrestre contra posiciones de los opositores armados en Alepo, la segunda ciudad del país, con saldo de 301 muertos, según cálculos de una organización civil con sede en Londres.

El ejército guarda silencio sobre la operación militar en barrios controlados por los insurrectos, pero testimonios difundidos por Internet y por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) han dado cuenta de víctimas mortales y daños materiales.

El barrio Makasen Hanano y otros céntricos sitios donde había puestos rebeldes de vigilancia han sido atacados con bombas-barril, proyectiles recientemente sacados del arsenal oficial que están hechos de metal, explosivos y petróleo.

Los barrios populares de Alepo constituyen uno de los bastiones de la oposición, casi desde que estallaron las hostilidades armadas en agosto de 2011, cinco meses después de que comenzaron las protestas callejeras.

La operación de las fuerzas armadas, que comenzó el 15 de noviembre, busca recuperar los barrios bajo control opositor, pero los ataques aéreos se intensificaron la semana antepasada, hace nueve días. Las fuentes de información no han precisado si los insurrectos se replegaron o mantienen sus puestos urbanos.

Según un despacho de Ap, la ofensiva se intensifica en momentos en que se planea una conferencia internacional de paz en Montreaux, Suiza, que busca complementar los acuerdos alcanzados en junio de 2012 en una reunión celebrada en Ginebra. Eso ha generado conjeturas de que el presidente Bashar Assad intenta fortalecer su posición militar en el terreno, antes de sentarse a la mesa de negociaciones, precisó Ap.

La Coalición Nacional Siria, organización que representa a la mayor parte de la oposición –tanto a las agrupaciones en el exilio como a los grupos alzados en armas–, advirtió la semana pasada que si continúa la campaña de bombardeos contra Alepo se negará a participar en las conversaciones de paz patrocinadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Este lunes, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se inclinó por que asista a la conferencia de Montreaux una delegación del gobierno de Irán, al que Estados Unidos y la Unión Europea consideran aliado del gobierno de Assad.