Martes 24 de diciembre de 2013, p. 3
Madrid, 23 de diciembre.
Viajó con su obra a galaxias desconocidas pero nunca imaginó que un día uno de esos astros, el asteroide 4329, llevaría su nombre para homenajearle en el 30 aniversario de su muerte, que se celebra este miércoles: el asteroide Joan Miró.
La decisión fue tomada hace unos días por la Unión Internacional Astronómica, a petición de la Fundación Joan Miró, que destacó la importancia de los astros en la obra del artista.
El artista español (Barcelona, 1893-Palma de Mallorca, 1983) fue un astronauta
plástico. Poeta y evocador, se fijó en lo inmediato, lo proyectó en lo lejano y creó un lenguaje propio y sin etiquetas. Pero siempre con los pies en la tierra.
Era una persona muy ordenada, muy bien organizada. Cada día se levantaba temprano y bajaba a su taller a trabajar
, explica Rosa María Malet, directora de la fundación que creó el artista en 1975 en Barcelona y que lleva su nombre.
El universo que Miró esbozó, y que hoy está presente en museos y espacios públicos del mundo, era una forma de evocar aquello que, por inalcanzable, resulta más poético, más evocador
, señaló Malet.
“Las Constelaciones son una escapada al sublime. Son una ida hacia la energía. Hacia el universo. Son una puerta para irse de una guerra circunstancial, de un genocidio, de una brutalidad, de una tontería”, dijo en una ocasión su nieto Joan Punyet.