Se encuentran en una zona distinta a la que compró: ejidatarios
Lunes 23 de diciembre de 2013, p. 36
La Paz, BCS, 22 de diciembre.
La empresa WBA San Basilio, propiedad del estadunidense Thomas Jerome Woodard, por conducto del presunto prestanombres Jorge Cunningham Romero, compró 2 mil 600 hectáreas en distintas zonas del ejido La Purísima, pero ahora, mediante argucias legales, pretende apropiarse de tierras de uso común donde hay importantes yacimientos de oro, plata y zinc, denunció Ramón Fernando Arce Mayoral, integrante de una comisión investigadora del ejido.
Los ejidatarios de La Purísima, considerado el ejido más extenso del país, acordaron en una asamblea celebrada el 25 de febrero de 2007 fraccionar y repartir parcelas en una porción de las tierras de uso común.
Al enterarse, Woodard se puso en contacto con el entonces presidente del comisariado ejidal de La Purísima, Javier Ramírez Gutiérrez, para comprar a los labriegos parte de esas tierras.
Para llevar a cabo las operaciones de compraventa contrató al prestanombres Jorge Cunningham Romero, quien entre 2008 y 2009 adquirió 2 mil 600 hectáreas a parientes y amigos de Ramírez Gutiérrez, a quienes pagó 30 millones de pesos.
El trato con Ramírez Gutiérrez fue que las tierras que compraría estarían en un área diferente a la que se estaba fraccionando y que colinda con un predio denominado San Basilio, donde el extranjero se había asociado con su representante legal, Víctor Castorena, para desarrollar el proyecto turístico Punta San Basilio, que no prosperó, debido a lo cual fue demandado por incumplimiento de contrato.
A fin de lograr que les dieran las tierras donde Woodard las quería y no como le correspondía segun el reparto pactado entre los ejidatarios, parientes y amigos de Ramírez Gutiérrez vendieron los predios e interpusieron más de 100 juicios contra el ejido ante el tribunal unitario agrario del distrito 48.
El magistrado Andrés Islas Soria falló en contra del ejido, para lo cual admitió recursos de un falso representante legal de La Purísima, que utilizó un poder revocado años antes para dar a escoger a los demandantes la ubicación de las tierras.
Cuando cambió el comisariado ejidal de La Purísima las irregularidades salieron a flote y el nuevo presidente del comisariado ejidal, Daniel Vizcarra Angulo, presentó en 2011 una denuncia penal contra sus antecesores y una queja administrativa ante el órgano de control interno del Tribunal Superior Agrario por la actuación del magistrado Islas Soria.
Mediante diversos amparos, Vizcarra Angulo logró recuperar para el ejido las tierras adjudicadas a socios del extranjero.
En este periodo se llevó a cabo el fraccionamiento acordado por el ejido el 25 de febrero de 2007. Los terrenos están alejados del área de la cual intenta adueñarse el estadunidense, lo que ha generado nuevos alegatos de los posesionarios que le vendieron a éste, quienes buscan la anulación de la división y el reparto de tierras.