Poeta e ilustradora, mancuerna casada desde hace 40 años
, expone en el MAP
Dichos de bichos y El blues de los gatos, series de la muestra Arte/Sano ÷ Artistas 3.0
Tenemos mucho respeto por la tradición huichol; no pretendemos ocupar ese espacio
, señalan
Lunes 23 de diciembre de 2013, p. 7
Gatos e insectos. Blues y dichos. Línea y color. Poesía y arte. Son algunos de los binomios afortunados que ha dado a luz la pareja que conforman desde hace cuatro décadas el poeta Alberto Blanco (DF, 1951) y la ilustradora Patricia Revah (DF, 1954).
Compañeros no sólo en la vida cotidiana, sino en diversos proyectos editoriales, en esta ocasión exponen en el Museo de Arte Popular (MAP) las piezas que dan vida a sus libros para niños Dichos de bichos y El blues de los gatos, ambos publicados por Alfaguara Infantil.
Las dos series de cuadros forman parte de la muestra Arte/Sano ÷ Artistas 3.0, inaugurada hace unas semanas, la cual explora la frontera entre artista y artesano. Ahí se presenta obras que mezclan diferentes técnicas, formatos y materiales, desde madera hasta video, hilo de seda, cerámica, mimbre, piel, vidrio y textiles, realizadas por diseñadores gráficos, pintores, arquitectos, artistas visuales, diseñadores industriales y textiles en colaboración con artesanos de casi todos los estados de la República Mexicana (La Jornada, 24 de noviembre de 2013).
Blanco diseña las imágenes y Revah las elabora con la técnica del arte huichol, al pegar hilos de seda de colores con cera de Campeche, tablas de madera.
El proceso al colaborar juntos es maravilloso, pues se trata de un trabajo tardado, pero no tenemos prisa en hacerlo, no estamos sometidos a ninguna presión
, señala la ilustradora, quien también ha realizado bordados para libros que le ha llevado hasta un año concluir.
Alberto Blanco recuerda que desde sus primeros días como pareja comenzaron a hacer trabajo artístico juntos: “En lugar de luna de miel nos la pasamos haciendo collages. Le propuse un juego para hacerlos con reglas muy simples: teníamos una hoja de papel o cartulina, materiales para recortar o pegar o trazar, yo ponía un elemento, en silencio, ella observaba, ponía un elemento, también en absoluto silencio, y así, uno y uno fuimos construyendo”.
Mientras el poeta tenía en ese entonces mucha más experiencia haciendo trabajo visual, señala que ver las aportaciones de su esposa “fue desconcertante, porque estaban completamente fuera de lo que yo estaba acostumbrado a hacer, me sorprendía cada elemento que ella aportaba y me obligaba a moverme en una dirección nueva.
Ella no sabía dibujar, me convertí en su maestro, nos pasamos mucho tiempo dibujando en el zoológico de Chapultepec, ahí le enseñé. Ella no tenía ningún prejuicio en la utilización de los colores, así que yo le regalé el mundo de la línea y ella me regaló el mundo del color
.
Las imágenes que conforman El blues de los gatos están inspiradas en grafitis de gatos que Blanco vio en el barrio gótico de Barcelona, España, son una síntesis de esa manera de grafitear
. En cuanto al texto, más que un relato, se trata de una canción, precisamente un blues, que se inicia así: Se despertaban apenas/ los gatos de nuestra historia/ en un callejón oscuro/ del centro de Barcelona./ Y entre el hambre y la flojera, / entre la vida y el sueño,/ en medio de tanto ruido/ ellos guardaban silencio
.
Cuando Patricia Revah se inició en la creación de textiles, señala, no tenía claro la manera en la que estos se difundirían, “hasta que un día Alberto los puso todos en el piso y empezó a moverlos como si fueran piezas de rompecabezas. Armó el cuento Un sueño de Navidad con esos cuadros que aparentemente no tenían ninguna conexión. Fue el primero que hicimos juntos”.
A partir de esa publicación, las demás (casi una decena) se vinieron en cascada
, añade Blanco. “Los recientes años también hemos estado haciendo libros de artista, utilizando la técnica huichol de la chaquira; son trabajos un poco más abstractos.
“Cuando me invitaron del MAP a que trabajara como artista para esta exposición, me dijeron que ellos me pondrían en contacto con el artesano que yo quisiera. Les respondí que ya tenía mi artesano de cabecera. Nuestra mancuerna artista-artesano está casada desde hace muchos años.
“Tenemos mucho respeto por la tradición huichol, por lo que hay detrás de ella. En ningún momento pretendemos ocupar ese espacio, sin embargo, su técnica es una herramienta que utilizamos de forma contemporánea, con fines muy distintos. En el caso de la serie El blues de los gatos, son trabajos que tienen muchas de las características de los felinos: son elegantes, independientes, ágiles, juguetones, reservados. Todo ello se refleja en los cuadros”.
La exposición Arte/Sano ÷ Artistas 3.0 concluirá el 23 de febrero de 2014. El Museo de Arte Popular se ubica en Revillagigedo 11, esquina Independencia, en el Centro Histórico. Más información.