La ingesta en 2013 fue de 15.3 kilos, cuando en 1989 era de 27.4, señala Rabobank
Los humanos no requieren ese alimento para vivir, pueden adquirir la proteína en otro lado: nutriólogos
Sábado 21 de diciembre de 2013, p. 39
En 2013, el consumo de carne en México cayó a su nivel más bajo en la historia, con 15.3 kilos por persona al año, como parte de una tendencia descendente y constante durante al menos una década, refiere un análisis del banco Rabobank, líder en el sector de agronegocios.
Indica también que otro reto en el ramo está en aumentar las exportaciones, actividad que también ha bajado. En este año, las ventas de productos mexicanos a Estados Unidos aumentaron 7.5 por ciento, pero el promedio anual de incremento en los pasados cuatro años fue superior a 50 por ciento.
El estudio resalta que el consumo cárnico por persona en el país alcanzó su nivel más alto en 1989, cuando llegó a 27.4 kilogramos. Los años siguientes se mantuvo estable, entre 22 y 23 kilos, pero a partir de 2004, cuando la ingesta per cápita fue de 21.4 kilos, empezó la disminución.
El organismo financiero señala entre las causas del descenso en el consumo de carne de res en el país los altos precios del producto y la desaceleración de la economía nacional.
Respecto al costo, indica que mientras en 2011 fue de 80.6 pesos por kilogramo en promedio, para 2012 subió a 110, y en 2013 se ubicó en más de 117 la mayoría de los meses del año.
Anticipa que en 2014 la ingesta podría aumentar marginalmente a 15.4 kilos. Sin embargo, para revertir esta tendencia la industria deberá ser más creativa y ofrecer productos innovadores
a los consumidores si quieren mantener su competitividad, advierte Rabobannk.
La información, relevante para los productores y desde el punto de vista económico, no tiene mayor impacto en términos de la salud y nutrición de las personas, como pudiera pensarse. Xaviera Cabada, nutrióloga y promotora comunitaria, explicó que los nutrimentos que aporta la carne de res se pueden obtener de otros alimentos, como la combinación de maíz y frijol.
En realidad, sostuvo en entrevista, los seres humanos no necesitan de carne roja para vivir
, pues el país cuenta con una rica variedad alimenticia, que incluye leguminosas (lentejas, habas), frutas y verduras que se complementan y también aportan proteínas.
Otras alternativas están en el huevo y los derivados lácteos, como queso y yogurt, además de jocoque y amaranto. Este último es considerado el alimento con mayor aporte de proteína, pero cuyo consumo no se incentiva en el país.
La especialista comentó que la proteína que aporta la carne de res es más completa, pero innecesaria para el ritmo de vida actual.
En cualquier caso, si la decisión es consumirla, recomendó preferir la producida en México, pues aquí el ganado se alimenta de pastura, mientras en Estados Unidos les dan maíz, lo que a su vez ocasiona más enfermedades y necesidad de antibióticos. Además, el crecimiento de las reses se estimula con hormonas, y todas las sustancias químicas se quedan en el tejido que al final consumen las personas, advirtió.