Los cárteles de Sinaloa y Beltrán Leyva se disputan el mercado de drogas al menudeo en la ciudad de México, y en ese contexto se cometieron los asesinatos relacionados con el bar Heaven de la Zona Rosa, el pasado 26 de mayo, revelaron mandos de la Procuraduría General de la República (PGR).

De acuerdo con la información obtenida, solamente dos de las 13 personas que fueron privadas de la libertad en el bar Heaven eran los objetivos de los homicidas, pero como consideraron que las otras 11 formaban parte de un grupo rival, también los ejecutaron.

Los funcionarios consultados refirieron que un grupo de sicarios procedentes de Durango habría encabezado a quienes plagiaron y luego asesinaron e inhumaron a los 13 jóvenes habitantes de Tepito que acudieron al bar Heaven a divertirse.

Las indagatorias realizadas por la PGR han establecido que los cárteles de Sinaloa y Beltrán Leyva se disputan no sólo el control del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), sino también puntos de distribución como Tepito, la Zona Rosa, la delegación Iztapalapa y el sur de la ciudad de México, ya que los hermanos de Arturo Beltrán Leyva llegaron a tener control de todas las zonas y ahora compiten con otros grupos aliados a Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

Las personas que fueron privadas de su libertad el 26 de mayo fueron Eulogio Fonseca, Alan Omar Athiencia, Aarón Piedra, Josué Piedra, Rafael Rojas, Guadalupe Karen Morales, Gabriela Téllez, Jennifer Robles, Monserrath Loza y Gabriela Ruiz. De ellos la PGR no encontró registros de haber cometido algún delito o estar involucrados con alguna red de distribución de drogas al menudeo.

Los objetivos –de acuerdo con las indagatorias de la PGR– eran los hijos de dos narcomenudistas de Tepito, Jerzy Ortiz Ponce, hijo de Jorge Ortiz Reyes, El Tanque, y Alejandro Said Sánchez García, hijo de Alejandro Sánchez, El Papis.

Sin embargo, los captores trasladaron a sus víctimas a un rancho que se localiza en el municipio de Tlalmanalco, estado de México, y allí los ejecutaron a todos y a otra persona que supuestamente había colaborado en la privación ilegal de la libertad de las 12 personas.

La participación de la PGR en el llamado caso Heaven se inició por una denuncia anónima en la que se mencionaba que en el rancho se almacenaban armas y llegaban grupos de hombres. Luego obtendrían indicios que formaban parte del cártel de Sinaloa y habían llegado de Durango.