Aprobó su examen profesional en la Escuela Nacional de Música en abril de este año
Su incapacidad le ha permitido comprender y sentir de mejor manera esta expresión del arte
Miércoles 18 de diciembre de 2013, p. 46
La falta del sentido de la vista no fue impedimento para que el joven mexicano Alan Pingarrón decidiera hacer su sueño realidad: convertirse en cantante profesional. Más que una limitante, su discapacidad física se convirtió en un apoyo para comprender y sentir de mejor manera la música.
Sin esfuerzo, su voz de tenor surge pujante, con escrupulosa dicción y se cuela por el más diminuto escondrijo. Sus risas también alcanzan altos decibeles. En abril pasado, Alan Pingarrón aprobó su examen profesional para obtener el título de licenciado en canto, en la Escuela Nacional de Música (ENM) de la UNAM, donde efectuó sus estudios en los años 2003 a 2010.
Ayer, la máxima casa de estudios dio a conocer por medio de un boletín que la evaluación para el joven consistió en un trabajo escrito, la grabación de 16 temas de tres compositores mexicanos (Melesio Morales, Ricardo Castro y Gustavo Campa), además de un recital público en la Sala Xochipilli, con creaciones de Schumann, Mozart, Beethoven y Liszt.
Dispuesto, el joven de 26 años atiende la llamada telefónica de La Jornada para dar mayores detalles sobre su experiencia en la música, de las aparentes dificultades que ha enfrentado y cómo ha emprendido un incipiente desarrollo profesional como solista.
Más que una debilidad, ser invidente resultó una fortaleza. La música se percibe de una manera distinta, pues no te atienes a lo que diga la partitura. Muchas veces ésta nos sirve a todos los músicos para aprender los recursos de una obra musicial, pero no es la Biblia, sólo es un medio que dejó el compositor. Pero de alguna manera no ver me ha ayudado a concentrarme más en la música que en la partitura. Si no tienes la vista no hay nada que te distraiga para escuchar, el acercamiento con la música es diferente, porque me concentro por completo en lo auditivo
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Su gusto musical es variado. Se inició siendo un niño con las composiciones de Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, pero también incluyó canciones de José José que sus padres escuchaban y el repertorio de la aún vigente estación El Fonógrafo, a la que era afecta su abuela. Con el paso de los años sus gustos se fueron inclinando por la música mexicana y por las obras operísticas de compositores como Giuseppe Verdi, Giacomo Puccini y Pietro Mascagni.
Asiduo escucha de Radio Universidad, Pingarrón ganó el segundo lugar en el concurso Ópera Prima y del Premio del Público en el reality transmitido por Canal 22 en 2010, gracias a lo cual hoy ha podido tener presentaciones tanto en México como en otras naciones, particularmente Estados Unidos. El joven solista no deja de soñar: su próximo objetivo es ofrecer un concierto en la cuna de la ópera, Italia. Y seguro de sí sabe que pronto lo concretará.