Con el propósito de atender las secuelas sicológicas y siquiátricas de los hijos de militares muertos o heridos en operaciones de alto impacto contra la delincuencia organizada, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) creó la Clínica de Paidosiquiatría, la cual atiende además a adolescentes hasta de 15 años que sufren algún problema de salud mental o se encuentran en situación de vulnerabilidad.

El centro, que tiene un año de haber entrado en funciones, documenta más de 10 mil consultas y han sido hospitalizados 189 menores en este periodo.

En un recorrido realizado ayer por sus modernas instalaciones, el director del centro, mayor médico cirujano Marco Aurelio Santiago, dijo que la clínica busca prevenir que los hijos de militares no sufran trastornos –como el estrés– resultado de la labor que desempeñan sus padres en el combate a la delincuencia o por vivir en lugares en los que predomina la delincuencia.

El militar agregó que además de atender padecimientos de ese tipo, los menores son atendidos de enfermedades neurofisiológicas, así como depresión, fobias, hiperactividad e incluso casos de bullying.

Comentó que alrededor de 50 por ciento de los pacientes son jóvenes adolescentes y entre las conductas que son atendidas están intentos de suicidio, que en ocasiones exigen que el paciente sea internado en tanto pasa la crisis.

Casos de obesidad

También se atiende, como parte del tratamiento integral, el problema de la obesidad en niños y jóvenes, no sólo para prevenir futuras enfermedades relacionadas con el exceso de peso, sino también porque la obesidad es causa de baja autoestima y de otras conductas que pueden derivar en problemas mentales posteriores.

El lugar cuenta con tecnología de punta y tiene capacidad para atender, vía teleconferencia, a menores que residen en el interior del país, quienes, una vez que los médicos hacen su diagnóstico, son atendidos ahí o en su lugar de residencia.

A un lado de la clínica se encuentra el Centro de Rehabilitación Infantil (CRI) de la Sedena, el cual está a la vanguardia en la atención integral en materia de prevención y rehabilitación de cualquier tipo de discapacidad.

El teniente coronel médico cirujano Óscar Benavides Aguilar, director del CRI, dijo lo anterior, durante el recorrido de las instalaciones de este centro que cuenta con equipamiento único en su tipo, como la equinoterapia, ludoteca, laboratorio de órtesis y prótesis, alojamiento para pacientes foráneos.

Comentó que el CRI –que tiene superficie de 2 mil 800 metros cuadrados y tres mil metros cuadrados para el área de equinoterapia– será equipado en fecha próxima con un área de terapia laboral, con la que se busca que los menores desarrollen capacidades para insertarse en un futuro en el mercado productivo.

El CRI fue creado hace cinco años, cuenta con una planta laboral de 139 personas y ha atendido en este lapso a nueve mil 124 menores -de un mes de nacidos a los 15 años–, ha realizado 114 mil consultas y más de 600 mil sesiones de terapia.