La comisión creada por el papa Francisco para proteger a las víctimas de pederastia clerical es una burla, consideró el experto en temas religiosos Elio Masferrer Kan, quien precisó que mientras el Vaticano crea una estructura de esta naturaleza se deslinda ante el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas de los señalamientos de abuso sexual y no facilita la entrega de pederastas a la ley, ahí está el caso del ex nuncio en República Dominicana, Jósef Wesolowski.

En entrevista aparte, Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) precisó que dicha comisión de expertos da continuidad a las medidas tomadas por los antecesores del pontífice argentino en tolerancia cero y en trabajar fuertemente en la protección de la niñez, así que no es algo nuevo ni que esté iniciando: comenzó con Juan Pablo II, se fue clarificando más con Benedicto XVI y ahora el Papa propone esta comisión, que estaría conformada por expertos que revisarían los protocolos de seguridad, dialogarían con las conferencias episcopales, con los obispos, las conferencias de institutos superiores de religiosos y religiosas y los superiores mayores para mantener una adecuada actualización del tema.

José Barba, integrante del grupo de ex Legionarios de Cristo que denunciaron a fines de los años 90 los abusos sexuales de Marcial Maciel, fundador de esa congregación, señaló: No tengo confianza en esa comisión porque, como siempre, ellos harán lo que les convenga para sostener una imagen creíble de la Iglesia.

Recordó que esta institución no sólo ha obrado muy tardíamente y no con base en principios verdaderos, ni cristianos ni humanos en el tema, sino que lo ha hecho bajo la presión internacional, y en tal sentido consideró que la creación de dicha comisión debe estar relacionada también con el llamado a cuentas que hizo al Vaticano la Comisión de los Derechos del Niño de la ONU, a la cual respondieron el 25 de noviembre escamoteando la verdad.

El antropólogo Masferrer Kan señaló que esa comisión es una tomadura de pelo, un insulto a la inteligencia si se la ve en el contexto de la respuesta que la sede papal dio al Comité de los Derechos del Niño desligándose de los abusos sexuales ocurridos en las órdenes y congregaciones religiosas y en las diócesis, como si éstas fueran franquicias y no dependieran directamente del Vaticano.

Apuntó que, conforme a esa respuesta, el hecho que el Vaticano establezca esa comisión es absurdo, porque si cada diócesis y congregación se conduce sola y resuelve los problemas por su cuenta ¿por qué el Vaticano tendría que crear una comisión para este problema?, preguntó.