Prostitución y mendicidad obligadas, entre las modalidades: Mario Luis Fuentes
El fenómeno es resultado de la desigualdad y la pobreza, afirma el académico de la UNAM
Domingo 15 de diciembre de 2013, p. 10
México tiene un marco legal para combatir el delito de trata de personas, pero carece de medidas operativas para atender a las víctimas de este fenómeno, que significa esclavitud con fines sexuales y laborales.
La trata es uno de los grandes crímenes que se cometen en el país y toma diversas formas: la joven que es obligada a prostituirse, matrimonios forzados o personas sometidas para ejercer la mendicidad, por mencionar algunos casos, explicó Mario Luis Fuentes, titular de la cátedra extraordinaria Trata de personas, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Fuentes advirtió sobre la necesidad de construir un sistema nacional de víctimas de trata, así como de erigir albergues, al menos uno en cada entidad, y planes de readaptación social.
Tenemos leyes, pero la pregunta es: ¿cuántos recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación 2014 están asignados para operar el reglamento (de la ley contra la trata) y para atender las consecuencias de esta violencia extrema?
, dijo.
El titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Miguel Ángel Osorio Chong, informó el viernes que la trata de personas es la tercera fuente de ingresos de la delincuencia organizada, sólo después del narcotráfico y el tráfico de armas.
El funcionario ofreció a la UNAM un asiento en la Comisión Intersecretarial para Combatir la Trata en México.
Fuentes, ex director del DIF y del IMSS, destacó que en México no hay actividades y políticas públicas concretas para las víctimas de trata.
Sin duda, ha habido acciones emblemáticas para perseguir ese crimen, pero lo real es que todavía en el país persisten los determinantes sociales que hacen que miles de jóvenes, sobre todo mujeres, sean víctimas de trata: violencia intrafamiliar, deserción escolar, desempleo y falta de oportunidades
, dijo a este diario.
Es decir, la trata de personas es resultado de la desigualdad, de la pobreza.
Puntualizó también que se requiere ampliar la investigación acerca de este crimen, tener elementos para conocer la magnitud del fenómeno, uno, dijo, de los más complejos en el contexto de una sociedad machista, violenta, agresiva y discriminatoria.
Es una cultura que debemos desmantelar. Pese a que hay un entramado jurídico, la ley de 2012, así como reformas y un reglamento, todavía faltan las políticas públicas para implementar esas leyes
, dijo.
Prácticamente no hay investigación, por lo que esa cátedra de la UNAM promoverá la realización de tesis, modelos de operación y protocolos para la atención especializada –en albergues con sicólogos, siquiatras y trabajadores sociales– para las víctimas.