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Malestar porque el arzobispo Desmond Tutu no asistirá al funeral del ex presidente

Los restos del camarada Nelson Mandela llegan a su natal Qunu

Es velado en la casa real de la tribu tembu, con la cual está emparentada su familia

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Integrantes del Congreso Nacional Africano, en el cortejo fúnebre que trasladó ayer el cuerpo del líderFoto Reuters
The Independent
Periódico La Jornada
Domingo 15 de diciembre de 2013, p. 22

Qunu, Sudáfrica, 14 de diciembre.

Nelson Mandela fue devuelto a su pueblo este sábado para ser sepultado en el lugar donde pasó gran parte de su juventud; uno de los actos finales de varios días de conmemoración, en el cual el tema principal fue su gran logro de unificar una nación dividida.

Hubo, sin embargo, un sentimiento marcadamente partidista y político en lo ocurrido antes, cuando el Congreso Nacional Africano (CNA) dijo adiós a uno de sus guerreros con cantos revolucionarios y saludos con el puño en alto al camarada Mandela, así como a Madiba, su nombre tribal. Hubo rugidos de Amandia, el reclamo de poder que solía oírse durante su lucha contra el apartheid. Esta vez los visitantes internacionales no eran gobernantes, sino líderes de movimientos que han mostrado solidaridad, como el Sinn Fein de Irlanda, representado por Gerry Adams.

Fue, para muchos, un conmovedor recordatorio de la dura lucha por la libertad, con terribles sacrificios, en contra de un régimen racista y a menudo despiadado. La viuda de Mandela, Graça Michel, lloró al recibir los colores verde y amarillo del CNA, que habían remplazado la bandera nacional sobre el féretro para la ceremonia en la base aérea Waterkloof, en Pretoria.

Pero hubo acusaciones y recriminaciones de que los resentimientos políticos habían mancillado la despedida al ex presidente con la noticia de que el arzobispo Desmond Tutu, amigo cercano de Mandela y luchador contra el apartheid junto a él, no asistiría al funeral. Se dijo que no tenía deseos de colarse en lo que se etiquetó como un funeral familiar. La hija de Tutu, la reverenda Mpho Tutu, expresó: No es un religioso acreditado para la ceremonia y por tanto no asistirá.

En su autobiografía, La larga marcha a la libertad, Mandela describe al arzobispo Tutu –premio Nobel como él, con quien se quedó la primera noche después de ser liberado de su encarcelamiento de 27 años– como un hombre que inspiró a una nación entera con sus palabras y su valor, y que revivió la esperanza en la hora más oscura. Sin embargo, el clérigo se volvió un crítico acérrimo del presidente Jacob Zuma y del gobierno del CNA en años recientes, acusándolos de ineficiencia y corrupción.

Tutu ha condenado también a miembros de la familia del ex presidente por emprender acciones legales unos contra otros mientras él estaba gravemente enfermo.

Mac Maharaj, portavoz de Zuma, insistió en que el arzobispo estaba entre los invitados: Claro que estaba invitado. Es una persona importante.

El vocero del Ministerio del Exterior, Clayson Monyela, añadió: Sospecho que la cuestión aquí es si hubiera cumplido alguna función como religioso. Tal vez prefirió no asistir.

Muchos se sorprendieron de que el arzobispo no estuviese entre los oradores principales en el funeral en Johannesburgo, la semana pasada. Hubo que llamarlo para calmar a la multitud, que había abucheado sin pausa al presidente Zuma frente a los 91 jefes de Estado visitantes.

Al hablar en la base aérea de Pretoria este sábado, Zuma pareció referirse a la cuestión de si los sucesores de Mandela no han logrado vivir conforme a las normas de liderazgo trazadas por él. “La pregunta es: ¿Podemos producir otros Madibas? Necesitamos hacerlo para que nuestra nación pueda prosperar. Sí, somos libres, pero el reto de la desigualdad persiste.”

Esperando el paso del cortejo en Qunu, Neo Melisizwe, profesor de 30 años, no tenía dudas de que las cosas han empeorado cada vez más. “La gente no quiere a Zuma, pero no sólo a él: muchos piensan en sí mismos y no en el país. Cuando uno considera todo lo que sufrió Madiba, esas personas están desperdiciando la oportunidad que él y otros les dieron.

“Es una de las razones, en especial, por las que debemos recordar a Madiba, porque no volveremos a tener líderes como él.”

Melisizwe no sabía que probablemente el arzobispo Tutu no asistiría al funeral. No es posible, dijo. “Después de Madiba, él es quien nos liberó. No sé qué pleito tendría con el gobierno, pero todos deberían hacer a un lado las diferencias en un momento como éste.”

Cuatro mil dignatarios

Se esperan unos 4 mil dignatarios para la ceremonia de este domingo. Entre ellos estarán el príncipe Carlos, el vicepresidente iraní Mohammad Shariatmadari, los ex primeros ministros franceses Lionel Jospin y Alain Juppé, el reverendo Jesse Jackson, campeón estadunidense de los derechos civiles, y el magnate discográfico británico Richard Branson.

A su arribo de Pretoria, el féretro de Mandela fue escoltado por motociclistas por las calles de Qunu para ser velado en la casa real de la tribu tembu, con el cual está emparentada su familia.

La ceremonia se transmitirá por televisión antes del sepelio privado con sus parientes, amigos y ancianos de la tribu.

Sin embargo, había frustración y rabia entre quienes no han podido ver el cuerpo de Nelson Mandela antes de su inhumación. El ataúd permaneció a la vista durante tres días en Pretoria y las autoridades en Qunu habían prometido en un principio que la gente aquí tendría la misma oportunidad, y que el cortejo haría varias paradas.

Sin embargo, esa decisión se canceló a última hora. Harry Andile hace eco a muchos otros al decir: “Somos la comunidad de la que vino Madiba, pero aquí, entre todos los lugares, nos han quitado el derecho de verlo. Esos políticos jamás tendrán nuestros votos otra vez”.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya