Hay otros tres prófugos implicados en la privación de la libertad de 5 miembros de una familia
Domingo 15 de diciembre de 2013, p. 30
Ciudad Juárez, Chih., 14 de diciembre.
El comandante de la estación sur de la policía municipal, Jaime Albero Moreno Montoya, y seis agentes que estaban bajo su mando fueron detenidos por personal de la Fiscalía General del Estado en la zona norte, luego que un juez giró orden de aprehensión para que se les juzgue por los delitos de tortura, abuso de autoridad, falsedad en declaraciones, uso ilegal de fuerza pública y robo calificado contra integrantes de una familia que fueron privados de la libertad en su domicilio.
La Fiscalía General del Estado reportó que “en una investigación realizada por agentes del Ministerio Público de la unidad especializada en delitos cometidos contra el servicio público y el adecuado desarrollo de la justicia encontraron elementos de prueba contundentes contra 10 agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal por su probable responsabilidad en los delitos mencionados contra varios integrantes de una familia en los hechos ocurridos el 15 de diciembre de 2012.
En esa época Julián Leyzaola Pérez era el titular de la corporación, quien no entregó en su momento a los agentes para investigarlos. La orden de aprehensión fue otorgada por un juez de garantía el 30 de noviembre pasado y este sábado, con el apoyo de la autoridad municipal, se logró el arresto de siete elementos, mientras tres están prófugos.
Los detenidos son el comandante Jaime Albero Moreno Montoya, de 33 años, y los agentes Yolanda Molina Sánchez, Resalio Varela Zamora, Raúl Domínguez Gómez, Alejandro Solís Cruz, José Bernardo Mote Rodríguez y Julio Alberto Quintero Zapata (cuyas edades oscilan entre 33 y 46 años).
También se les turnó a la Comisión de Honor y Justicia en el expediente CHJ/174/2013, por faltas graves, donde se inició un procedimiento para que sean removidos.
En la investigación se detalla que los inculpados ingresaron al domicilio de la familia en la colonia México 68 la noche del 15 de diciembre de 2012; derribaron el portón, golpearon al matrimonio y buscaron armas, dinero, joyas y tarjetas de crédito.
Ante la negativa del matrimonio de entregar los bienes los agresores colocaron bolsas de plástico en las cabezas de tres integrantes de la familia, tratando de asfixiarlos. Se llevaron herramientas, aparatos electrónicos, dinero, joyas y perfumes, que el ama de casa vendía.
Según el informe los policías localizaron dos uniformes tipo castrense y arrestaron al matrimonio, los turnaron a la Procuraduría General de la República, por un arma que refiere la familia, les fue sembrada.
Tras denunciar los atropellos los integrantes de la familia quedaron libres una semana después de los hechos.