Sábado 14 de diciembre de 2013, p. 22
La capilla ardiente del fallecido líder sudafricano Nelson Mandela fue cerrada al público después de tres jornadas en que unos 100 mil ciudadanos desfilaron ante el féretro para despedirse del ex presidente (1994-1999), primer negro que gobernó Sudáfrica y comenzó el desmantelamiento del segregacionismo instituido legalmente en la década de 1940 por los afrikaners, la minoría descendiente de holandeses e ingleses establecidos desde el siglo XVII en el Cabo de Buena Esperanza.
Aproximadamente 90 mil personas intentaron entrar a la sede del gobierno en Pretoria, el recinto conocido como Union Buildings, pero una tercera parte se vio obligada a retirarse del lugar. Algunos cientos derribaron una cerca policial para tratar de llegar al inmueble, pero la policía tomó control de la situación.