Puebla, Pue., 13 de diciembre.

Este sábado inauguran la segunda etapa del proyecto de actualización del Museo Amparo, en la cual mil 800 metros cuadrados se convierten en espacios para exposiciones temporales que cuentan con las condiciones óptimas en cuanto a climatización, iluminación y acceso para personas con discapacidad.

Con ese motivo se abrirán las exposiciones Artificios: plata y diseño en México, 1880-2012, Ecos, testigos y testimonios de la Catedral de Puebla y El amanecer de las formas: selección de obras de la colección permanente del Museo Amparo.

Durante una conferencia de prensa Ramiro Martínez, director del recinto, informó que esta segunda etapa estuvo a cargo, como la primera, del despacho Ten Arquitectos.

Agregó que con el propósito de festejar esta apertura, se ofrecerá entrada gratuita desde este sábado 14 hasta el 2 de enero próximo.

Martínez señaló que las tres muestras se deben a la colaboración que el Museo Amparo mantiene con instancias y empresas privadas, como Fomento Cultural Banamex e Industrias Peñoles, e instituciones públicas como la Universidad Nacional Autónoma de México y en aprticular con el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), y la arquidiócesis de Puebla.

Ecos del esplendor de la Catedral

El título Ecos, testigos y testimonios de la Catedral de Puebla, explicó Pablo Amador Marrero, investigador del IIE, fue elegido porque se verán los ecos del pasado esplendoroso de la Catedral, mediante un discurso cronológico que abarca hasta el periodo Neoclásico en el siglo XVIII, con el cambio de mentalidad artística.

El coordinador del libro Ensayos de escultura virreinal en la Puebla de los Ángeles mencionó que la muestra reúne 150 piezas entre esculturas, objetos de culto y óleos en gran tamaño, algunas de ellas inéditos, otros exhibidos, resguardados y hasta olvidados en la Catedral.

Amador Marrero agregó que la idea de la exposición se originó en el segundo Congreso Internacional de Escultura Virreinal Encrucijada, efectuado en febrero de 2010 en esta ciudad, cuando los expertos quedaron deslumbrados por el esplendor de las obras que guardaba el centro religioso.

En el caso de Artificios: plata y diseño en México, 1880-2012, Juan Coronel, co-curador –al lado de Ana Elena Mallet– señaló que mostrará la forma en que se ha desarrollado la platería, hasta ser hoy en una tradición convertida en industria que coloca al país como un centro de vanguardia en diseño y producción.

La muestra integra más de mil piezas elaboradas por orfebres y diseñadores de plata: desde el surgimiento de la estética nacionalista con influencia precolombina y popular, pasando por el art decó y las tendencias cosmopolitas y modernistas, hasta la globalización y las nuevas tecnologías.

Ese recorrido, como explicó Coronel, parte de 1929 y la influencia de dos estadunidenses como William Spratling y Frederick Davis, quienes llegaron a Taxco, Guerrero, para abrir una serie de talleres en los que el oficio artesanal de los maestros locales se complementó con el diseño industrial.

Manifestó que una parte importante de la muestra será para ver cómo la platería se ha relacionado con otras disciplinas como el diseño industrial, la pintura y la arquitectura, con las cuales ha hecho una retroalimentación para concebir, en conjunto, al arte moderno mexicano.

Lenguaje artístico

Mediante un video, Pablo Escalante Gonzalbo, también integrante del IIE, explicó que El amanecer de las formas: selección de obras de la colección permanente del Museo Amparo es una exposición que gira en torno a un discurso, en dar la mayor importancia a las piezas, a su lenguaje formal, para que sean apreciadas como objetos de arte creados por una antigua tradición: la precolombina.

Agregó que esta es una muestra particular, ya que la pieza tendrá más valor por sí misma que por sus aspectos históricos, iconográficos, religiosos o culturales.

El amanecer de las formas…, continuó Escalante Gonzalbo, es una primera reflexión sobre el lenguaje formal y es una mirada a diferentes piezas, poniendo el mayor interés y atención a su lenguaje como objetos artísticos. Aquí no desciframos un mito, dejamos a la pieza hablar y ponemos la atención en su propio lenguaje.