La presencia de aves y el tipo de suelo en Texcoco fueron argumentos que científicos presentaron hace 12 años para rechazar la construcción del nuevo aeropuerto internacional en la zona. En aquel momento estos factores fueron refutados por el estudio realizado por expertos del Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA) de la UNAM a petición del gobierno federal.

Ahora, las autoridades plantean construir una ampliación del aeropuerto en zonas federales de Texcoco, sobre lo cual Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que la propuesta es una variante de la original en un área donde el suelo está degradado.

Ceballos es uno de los 106 autores del estudio realizado por el PUMA y estuvo a cargo de la sección de flora y fauna del estudio realizado para determinar la viabilidad del aeropuerto en Texcoco y en Tizayuca. En entrevista dijo que en aquel momento se observaron dos problemas fundamentales que eran sobre la presencia de las aves que podrían ocasionar accidentes a los aviones y la seguridad del aeropuerto.

En Texcoco, detalló, se encuentran 200 especies de aves nativas y migratorias, por lo que en el estudio de hace 12 años se analizó este punto. El aeropuerto de la ciudad de México está a dos kilómetros del bordo donde hay aves; el alterno en Texcoco estaría a tres kilómetros, dijo. Por lo cual, esto no sería un problema.

En cuanto al tipo de suelo, dijo que alrededor del Distrito Federal existe el mismo tipo que en Texcoco, donde ahora se pueden invertir recursos para recuperar la zona degradada.

Las conclusiones del estudio que hace más de una década realizó la UNAM, estimó que era más viable el aeropuerto en Texcoco, lo cual provocó que expertos advirtieran que se minimizó la presencia de 20 especies de fauna amenazadas y en riesgo de extinción. En aquel momento estudios del Instituto de Ingeniería de la UNAM y de la sección mexicana del Consejo Internacional para la Preservación de Aves rechazaron el proyecto (La Jornada, 30 septiembre 2001).

Sobre el nuevo plan, Gustavo Alanís, director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, sostuvo que el gran tema es el cumplimiento de las disposiciones legales, de cuestiones de impacto ambiental, ordenamiento ecológico, normas oficiales mexicanas, reglamentos sobre protección y cuidado de las aves. Se debe estudiar el tema de conflicto sobre turbinas en que se puedan meter las aves y echen a perder el funcionamiento de un avión.

Agregó que los proyectos se pueden hacer si cumplen con disposiciones jurídicas y respetan el entorno, la viabilidad estará en función de si cumplen con el marco jurídico en general y el respeto a la naturaleza.