árpados neumáticos con lánguidas retinas: sé que me observan (…); maquinaria mántrica de espíritu, enséñame…”, reza esdrújulo y existencial el cantautor León Larregui en Dosmil Trece, tema que culmina nombrando al concepto que arropa el quinto álbum de estudio de la banda capitalina Zoé: Prográmaton (2013), uno más de sus imaginarios de ciencia ficción donde, según el vocalista de marras, la vida es un juego de geometría sagrada donde todo está programado e interactúa en una especie de Matrix. Como en sueño recurrente, una de las bandas mexicanas con mayor convocatoria actual, entre quienes siguen al rock-pop en español, de origen independiente (aunque por su popularidad, los despistados afirmen que son una creación de Televisa), este quinteto vuelve envuelto en círculos concéntricos de sonoridades ya exploradas, lo cual genera perspectivas encontradas.

Por un lado, Zoé se halla en un gran momento: en 2011 ganaron dos Latin Grammy (Mejor álbum de música alternativa, por el MTV Unplugged: Música de fondo y Mejor canción rock por Labios Rotos, una de sus canciones más bonitas), entre otros premios internacionales; hace un mes comenzaron su gira más relevante hasta la fecha: 75 shows en 16 países; en 2014 se estrenará el documental Panorama, sobre el grupo, dirigido por Gabriel Cruz, con score de ellos mismos. Gracias a su exquisitez y buena ejecución en vivo, a la melancolía y sinceridad de su ánima (que los conecta con toda una generación dosmilera y taciturna), a la redondez pop de sus obras, siempre al lado del productor inglés Phill Vinall, y al esfuerzo artesanal de su trabajo, es que han llegado donde están, sin haber recurrido a más mercadotecnia que el brillo de sus composiciones.

Sin embargo, todo esto se desfasa de lo que musicalmente aporta Prográmaton. Si bien han forjado un estilo particular (no es fácil de lograr), desde el disparejo Reptilectric (2008, reseña: http://bit.ly/IIiL6I) dicha fórmula ya mostraba signos de agotamiento. Prevalece la calidad de su factura, así como el oficio que les lleva a combinar suavidad atmosférico-sintetizadora con guitarras acústicas, lánguidas melodías y letras de fantasía amoroso-cósmica. Sólo que aquí, a diferencia del potente y magnífico Memo Rex Commander y el corazón atómico de la Vía Láctea (2006) o del Rocanlover (2003), todo un clásico, hay menos electricidad guitarrera y más viaje acústico-atmosférico de beat suave, con arreglos de electrónica que remiten al dueto francés Air, y a una de sus más fieles inspiraciones, en cuanto a líneas vocales: The Beatles (Ciudades invisibles, Panoramas). Las canciones citadas, así como Cámara lenta y Game over Shanghai, sobresalen, lo que no ocurre con el resto, y menos con el sencillo 10 AM, que suena al Zoé de hace una década. Si bien es uno de sus discos mejor producidos, las composiciones se sienten repetitivas.

Prográmaton no es malo, pero sí menos audaz que sus predecesores, plano en matices e ideas nuevas. Incluso el disco solista de Larregui, Solstis (2012) suena más interesante. Estando en un momento tan definitorio, corrieron pocos riesgos, se movieron dentro de su zona de confort y quizá la gran cantidad de actividades les impidió concentrarse del todo. ¿O acaso el éxito los orilló a no moverse demasiado para no tirar la torre de logros construida? Sin hacer del lado el mérito que genuinamente ha ganado esta banda, es cierto que están en un punto de quiebre; es preciso que tras esta gira den un salto creativo significativo, o correrán el riesgo de volverse un remedo programado de su espíritu original.

Foo Fighters. Preposadance. Aguas Aguas.

Viernes 13. 1. Como se dijo hace una semana (http://bit.ly/1bzjvl9 ), los Foo Fighters de Dave Grohl se avientan hoy segundo show en el Foro Sol, tras un miércoles semivacío, esperando suban los ánimos con su rock directo y el buen humor del ex baterista de Nirvana. 20 horas, $320 a $1600. 2. De Xalapa, el reggae-fusión bonito de Los Aguas Aguas. Hilvana (Colima 378, Condesa), 21 horas, $100. 3. Preposadance: beats, cumbia y ponche con: Verano Peligroso, Meketrefe, Frikstailers. Atlántico (Uruguay 84, Centro). 21 horas, $100.

Sábado 14. 1. Belafonte Sensacional es uno de los recientes grupos acústico-ruidosos más interesantes de la capital, que abreva tanto de lo trovador-urbano, como del punk y el indie más tierno. Blackhorse (Mexicali 85, Condesa), 21 horas, entrada libre. 2. 14 y 15 de diciembre: Festival Internacional de Jazz de Polanco, con talento local y foráneo, de primer orden. Sábado: Gusmin Big Band, Louise Phelan, Andrea Basef, entre otros. Domingo: Alethia’s Band, Wet Paint Jazz Fusion, Papa Beto’s Big Band, entre otros. Teatro Ángela Peralta, 16 horas, $150 por día (sólo hoy, boletos al dos por uno, en taquilla). Detalles: http://on.fb.me/1b0rac2. Más recomendaciones.

Twitter: patipenaloza