Madrid, 12 de diciembre

El gobierno catalán anunció que el 9 de noviembre de 2014 celebrará su primer referendo de independencia.Tras una reunión a puerta cerrada, en la que se manifestaron tensiones y discrepancias, se llegó a un acuerdo histórico que unos minutos después anunció el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas: el 9 de noviembre del 2014, la sociedad catalana estará convocada a las urnas para celebrar el primer referendo de independencia de su historia.

La noticia provocó inmediata indignación en las fuerzas políticas españolas y el gobierno central, del conservador Mariano Rajoy, quien tildó la iniciativa de ilegal, inconstitucional y hasta fue definida como ridícula y disparatada.

Cataluña lleva varios siglos incómoda en su marco político de dependencia al Estado español. Al menos eso aseguran sus principales dirigentes políticos y cada vez más empresarios y líderes de opinión, que denuncian el profundo deterioro en las relaciones entre Madrid y Barcelona.

Al margen de las reivindicaciones históricas de tener un Estado propio, que se remontan a más de 100 años, en los últimos cuatro años se ha intensificado y multiplicado de forma inédita el clamor por la independencia. Las razones esgrimidas van desde el rechazo sistemático del Estado español de dotar de un nuevo marco estatutario a una comunidad autónoma ahogada por el déficit fiscal y con graves problemas de financiación, hasta la deriva represiva y de corrupción que prevalece en las instituciones españolas.

En este contexto se reunieron el presidente Mas con los representantes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), de Iniciativa per Catalunya y con la plataforma ciudadana de la CUP, con los que acordó el contenido de la pregunta que se someterá a consulta el próximo año. Y se decidió que fuera la siguiente: ¿Quiere que Cataluña sea un Estado? Y, si la respuesta es afirmativa: ¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?.

Las cuatro formaciones, que representan a cerca de 70 por ciento de la sociedad catalana, anunciaron que el contenido de las preguntas permite que exprese su opinión toda la población llamada a votar -unos 5 millones y medio de personas-, ya que incluye todas las sensibilidades políticas, incluidos los que prefieren el mantenimiento del actual modelo estatutaria y su adhesión permanente al Estado español.

El presidente Mas explicó que la fecha también es muy concreta: 9 de noviembre de 2014. Nos permite realizar la pregunta con éxito. Habrá tiempo de garantizar los marcos legales y los procedimientos democráticos que debemos negociar con las instituciones españolas. En referencia a la compleja negociación que se abre a partir de ahora, cuando existe uno de los mayores distanciamientos entre las instituciones catalanas con las españolas, entre otros motivos por el rechazo sistemático, por parte de Madrid, a negociar un nuevo marco estatutario que dote de mayor financiación a la región, así como por los continuos ataques y hasta boicots comerciales que sufre la sociedad catalana de una gran parte de España.

Un hecho que precipitó el camino hacia el referendo de independencia fue la sentencia del Tribunal Constitucional español del 27 de junio del 2010 que anuló 14 artículos del nuevo Estatuto catalán tras un recurso presentado por el Partido Popular (PP).

A partir de entonces, se intensificó con una fuerza inusitada el movimiento a favor de la consulta ciudadana, como paso previo a la independencia. Pero bajo una primera reivindicación, que es a su vez la más básica: el derecho a que la sociedad catalana sea consultada sobre su actual marco político tras una sentencia que anuló un Estatuto que había sido avalado por la inmensa mayoría de la sociedad.

Ese fue el detonante del movimiento ciudadano que se fue expandiendo por toda Cataluña hasta el punto de que en esta ocasión fueron los líderes políticos los que decidieron subirse al tren cuando este ya iba en marcha.

Oriol Junqueras, líder de ERC, explicó que la pregunta tenía que ser tan inclusiva para que se movilice la amplísima mayoría de la sociedad catalana. Si en la primera parte de la pregunta gana el sí y en la segunda gana el no, el independentismo de Cataluña no habrá ganado, reconoció, tras aclarar que queríamos una pregunta a la escocesa, la de la independencia, pero ERC tiene el peso que tiene en el Parlamento. Entendemos y asumimos la voluntad de las formaciones que nos pedían un mecanismo para que la amplísima mayoría de la sociedad catalana se pronunciara. Y ahora habrá que trabajar para que a partir de la semana que viene haya los acuerdos pertinentes en el Parlamento para pedir el traspaso de las competencias al Estado español, que son las herramientas para celebrar la consulta.

Desde Madrid le respondió el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, quien le advirtió: La consulta no se va a celebrar; está fuera de toda discusión y negociación. El gobierno de Cataluña no puede tomar decisiones sobre la unidad de España, que es propiedad de todos los españoles. Y advirtió que el camino emprendido por los líderes catalanes viola varios artículos de la Constitución.

Otros dirigentes de Madrid, sobre todo diputados del PP, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) criticaron con dureza la consulta, hasta el punto de tildarla de ridícula y disparatada.

En cualquier caso, el 9 de noviembre del 2014 se celebrará la consulta ciudadana, ya sea a través del referendo de independencia o, como advirtió Artur Mas, a través de un adelanto electoral para elegir a un nuevo Parlamento regional y, por lo tanto, a un nuevo gobierno autonómico.