Buenos Aires, 12 de diciembre.

Grupos de simpatizantes y los llamados barras bravas del club de fútbol Boca Juniors produjeron serios incidentes en la zona céntrica alrededor del obelisco de esta caítal, cortaron calles, produjeron caos de tránsito y lanzaron piedras y botellas, dejando cinco policías y un manifestante heridos, durante un supuesto festejo por el día del hincha.

En tanto, se conoció que fueron 13 las víctimas fatales que dejaron los saqueos en distintas provincias donde las ciudades quedaron indefensas por el abandono de sus tareas por los policías, en insólitos acuartelamientos.

Los hinchas de Boca en su trayecto hacia el centro de esta capital llegando desde el sur, también cometieron robos contra algunos comercios y transeúntes, en un episodio similar a lo sucedido en esta misma fecha el año pasado, cuando causaron severos daños. Algunos periodistas fueron también atacados, aunque al final se pudo controlar la situación, que dado los sucesos de los últimos días, con los saqueos, como producto de las huelgas policiales, produjeron tensión e indignación aquí.

Por otra parte, desde el gobierno y distintos sectores, incluyendo la Iglesia católica, se condenó severamente la acción. Tucumán fue una de las provincias más afectadas y allí la cifra de muertos alcanzó a cinco personas, mientras que los daños a grandes ,y pequeños comercios son millonarios.

Funcionarios gubernamentales confirmaron que la policía dejó zonas liberadas para los saqueos y en el caso de Tucumán cuando aceptaron la propuesta de aumento de salarios salieron a reprimir. Si no hubiera estado la Gendarmería Nacional en el lugar la situación hubiera sido incontrolable.

Al asumir el nuevo jefe de la policía, Dante Bustamante, en esa provincia dijo que sintió vergüenza ajena por el repudio de la gente hacia la fuerza.

Finalizada la protesta con el acuerdo salarial, la policía fue recibida con gritos e insultos por los vecinos cuando retomaron sus funciones.

Hay que identificar a los autores intelectuales, dijo esta mañana el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien consideró que se necesita un profundo debate luego de los conflictos de las policías provinciales que derivaron en muertes saqueos y otros incidentes, se necesita un debate profundo para reformar la fuerza y aseveró que no podemos estar a expensas de grupos que se apropian de bienes ajenos o generan procesos de extorsión por reivindicaciones salariales.

Coincidiendo con el secretario de Seguridad, Sergio Berni, el jefe de Gabinete recordó que en los reclamos de los últimos días hubo un proceso de extorsión hacia quienes deben tomar las decisiones, con una modalidad de negociación que puede distorsionar a política salarial del sector público, e indicó que “es importante que todas las negociaciones salariales sean con racionalidad y prudencia.

Se debe caer con todo el rigor de la ley no sólo con los autores materiales sino también con los intelectuales, subrayó Capitanich en referencia a los robos.

En tanto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se reunió con representantes de la Iglesia católica y sectores evangélicos, en lo que fue considerado un excelente encuentro. Jose María Arancedo titular del Episcopado dijo que se habló de los conflictos registrados en varias provincias. “Espero que cuanto antes puedan encontrar soluciones (…) Creo que en eso ella (la presidenta) está preocupada por todo lo que puede significar que en una fuerza de seguridad, que tiene que tener una cadena de mandos haya pasado esto. Me parece que esto no tiene que volver a pasar”. Agregó que si existen dificultades, hay que a dialogar y nunca más a esto que ha puesto en peligro, no solamente vida, decíamos en el documento, sino también los bienes de muchas personas”.

Por otra parte, tanto el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien consideró el accionar policial como una estrategia que apuntó a someter al poder político como la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien pidió investigar profundamente las causas que produjeron las muertes ocurridas en estos días, condenaron la grave acción policial y la liberación de zonas y otros hechos que demostraron una preparación previa, para desatar graves sucesos en el país.