Escenifican La violación de Lucrecia en el Teatro de la Ciudad
el sistema corrupto y la opresión
Viernes 13 de diciembre de 2013, p. 5
La primera ópera de cámara del compositor británico Benjamin Britten, La violación de Lucrecia, que describe la violencia y la competitividad imperantes luego de terminar la Segunda Guerra Mundial, se presenta a partir de hoy en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.
Con motivo del centenario de Britten, el Ensamble Tempus Fugit, dirigido por Christian Gohemer, ofrece tres funciones de esa obra que refleja los mundos masculino y femenino planteados por Britten.
Para Gohemer la obra representó la oportunidad de incorporar la técnica de acompañamiento hablado, aleatorio y de percusión que caracterizaron las últimas piezas de Britten. Explicó que el músico inventó el término ópera de cámara y en La violación de Lucrecia decidió usar una orquesta a uno, es decir, sólo un instrumento de cada sección: un violín, una viola, un chelo y cada uno de los alientos, y no la orquesta completa, con la finalidad de revolucionar el ámbito dramático y lírico.
Britten era un compositor que no sólo estaba limitado a un solo lenguaje, sino que trató de encontrar en todos los periodos las herramientas de composición que más le gustaban, convirtiéndolo así en un autor más diverso y complicado
, expresó Gohemer.
Con la dirección escénica de Clarissa Malheiros y Juliana Faesler, el libreto en inglés es de Ronald Duncan, basado en un poema de William Shakespeare, quien a su vez se inspiró en el libro II de los Fastos, de Publio Ovidio Nasón.
Con esta obra Britten encontró su propio lenguaje y se volvió más político. Malheiros comentó que la puesta en escena tiene como trasfondo la búsqueda pacifista del compositor, no sólo en la relación de hombre y mujer.
“La obra –prosiguió– refleja la visión del poder, un poder capaz de destruir; un poder irracional de los líderes posfallidos, como es el caso del personaje de Collatinus.
“La violación... habla de un sacrificio que permite un cambio de poder. Es política como cualquier obra y nos interesó traer a escena el debate del sistema corrupto, la opresión, el machismo; también está presente la posibilidad de transformación.”
El golpe de la realidad
Faesler y Malheiros llevan la plática del mundo masculino al del box, donde los hombres sudan y hay muchos golpes. “Escénicamente, La violación de Lucrecia revela esa gran violencia y competitividad de este universo que proponen Britten, y Duncan en su poesía, de ahí la idea de que la realidad sí nos da como un golpe”.
Participan Amelia Sierra (Lucrecia), Enrique Ángeles (Tranquinius), Verónica Murúa (coro femenino), Orlando Pineda (coro masculino), Luis Rodarte (Collatinus), Juan Carlos Heredia y Vladimir Rueda (Junius), Graciela Morales y Diana Peralta (Lucía), y Frida Portillo e Itia Domínguez (Bianca).
La violación de Lucrecia se presenta hoy a las 20:30 horas, el sábado, a las 19, y el domingo a las 18 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico).