Música de banda y desfile de flores en el inicio de la tercera posada
dedicada a la semilla
Viernes 13 de diciembre de 2013, p. 3
La calenda oaxaqueña con sabor a chocolate, con gigantes de carrizo en fila, música de banda y muchas flores partirá del atrio de Santo Domingo hasta el ex convento de San Pablo para anunciar que se inició la tercera Posada del Cacao
, organizada por la Biblioteca de Investigación Juan Córdova, de la Fundación Harp Helú.
Durante hoy y mañana sábado, en la ciudad de Oaxaca se realizarán degustaciones, exposiciones y conferencias para difundir la diversidad y el sabor de las bebidas hechas con cacao que se elaboran en el estado, así como la historial cultural de esta semilla que en el México antiguo era moneda de cambio.
Como toda fiesta de calenda, la procesión termina en el templo, que en este caso es el Centro Académico y Cultural San Pablo, institución que propone revalorar la herencia pluricultural, principalmente de raíces indígenas.
Todas las actividades se desarrollarán en el ex convento ubicado en la calle Independencia 904, lugar de la inauguración hoy a las 17 horas, donde se presentará la obra artística conmemorativa del pintor y grabador Amador Montes.
Una hora más tarde, tras el desfile de la calenda, las bebidas tradicionales hechas con cacao circularán en pasarela de mano en mano durante la primera degustación con ejemplos provenientes de varias comunidades oaxaqueñas, como el Bapu de Juchitán, el Chaw popox de San Mateo del Mar, el Popo de San Felipe de Usila y el Pinol de Santa Catarina de Ixtepeji, entre otras.
El segundo día de actividades, se ofrecerán dos conferencias. La perspectiva global del cultivo y la comercialización del cacao, es el tema que ofrecerá Ron van Meer a las 11 horas, mientras a las 18 horas Ann Cyphers y Terry Powis ofrecerán la ponencia con el título Buscando el cacao arqueológico en Mesoamérica.
El sábado también se efectuará una degustación con bebidas, las cuales tienen como ingrediente principal el cacao, así como elementos y preparación que las hacen únicas y forman parte de las tradiciones festivas y rituales en sus comunidades de origen, como Villa Hidalgo Yalálag, Teotitlán del Valle, Tlahuitoltepec y San Andrés Huayapán, entre otras.