La reforma energética aprobada por el Congreso de la Unión suscitó un debate en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) entre los partidos de izquierda (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) y el PRI, luego de que legisladores del sol azteca desplegaron lonas frente a la tribuna señalando al tricolor, al PAN y al PVEM como traidores a la patria, y en sus pronunciamientos se refirieron al presidente Enrique Peña como el nuevo López de Santa Anna y vende patrias, y lo compararon con el chacal Victoriano Huerta.

La discusión se centró en lo que los diputados de izquierda llamaron la cancelación de la democracia al no permitir el debate en la discusión de la reforma en el Senado y la Cámara de Diputados, la consulta a los ciudadanos y por avasallar y pisotear el procedimiento legislativo.

La diputada del PRD Ariadna Montiel dijo que fue una pésima señal el excesivo uso de la fuerza pública, incluso con policías del estado de México –exigió una explicación–, para resguardar la Cámara de Diputados.

Es reprobable que dentro y fuera del recinto impere la sinrazón y no se considere la opinión ciudadana; por el contrario, se busca la represión y la contención de las voces disidentes con el despliegue de fuerzas federales.

Lamentó que una vez que la reforma pasó a los congresos estatales para su ratificación, en el Distrito Federal, “entidad federativa que cuenta con más habitantes, 20 por ciento del total nacional, su Asamblea Legislativa, por la cerrazón de no avanzar en una reforma política (del DF) que quisieron condicionarnos con esta reforma energética, no tendrá la posibilidad de decir lo que pensamos.

El debate se originó por los pronunciamientos que inscribieron los partidos en el orden del día para rendir homenaje al ex presidente sudafricano Nelson Mandela, donde el diputado de Movimiento Ciudadano Óscar Moguel Ballado aludió a la reforma aprobada por PRI, PAN y PVEM: Y sépanlo de una vez, quedarán permanentemente señalados en la historia de México, porque nadie vende impunemente el patrimonio de México sin que pasen a la historia como traidores.

Esto motivó la reacción de la coordinadora del PRI, María de los Ángeles Moreno, para reprochar que se descalificara a todos los que pertenecemos a un partido, sin haber consultado siquiera qué opinamos al respecto. Ustedes no saben, ni me han preguntado mi opinión, apuntó, pero tampoco la hizo pública y se limitó a defender a su partido y a Peña Nieto.

Afirmó, refiriéndose a los legisladores que desplegaban las mantas frente al podio: Estoy casi segura que ninguno ha leído la iniciativa, a lo que Moguel, en su réplica, la invitó a dialogar a ver quién conoce, y quién no, esta reforma regresiva.

Los diputados de PAN y PVEM abandonaron el salón. Sólo permanecieron algunos asesores en sus corraletas, donde se encontraba también el ex vocero del Arzobispado y presidente de la Canacope Servytur ciudad de México, Gerardo López Becerra, aplaudiendo los señalamientos de Moreno Uriegas, en una de sus escasas intervenciones en tribuna, ya que en debates anteriores ha sido el PVEM el que ha salido en defensa del Ejecutivo federal.

Montiel concluyó el debate con un pronunciamiento: Hoy más que nunca, cuando el PRI, el PAN y el Partido Verde han consumado el golpe más fuerte en contra de nuestra soberanía y el robo de todos los tiempos de la nación, lo hemos dicho y lo seguiremos diciendo, son traidores a la patria.