El presidente estadunidense Barack Obama saludó cariñosamente con un beso y un abrazo a su homóloga brasileña Dilma Rousseff, durante los actos en honor al recientemente fallecido Nelson Mandela.

Rousseff suspendió una visita de Estado programada para el 23 de octubre pasado a Estados Unidos, tras conocerse que la propia mandataria y la estatal Petrobras fueron espiadas por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés), según filtraciones del ex contratista Edward Snowden, actualmente asilado en Rusia.

Al participar en el acto, Rousseff afirmó que la lucha de Mandela contra el apartheid inspiró a Brasil, un país con sangre africana en las venas, y a toda Sudamérica.

Rousseff, una ex guerrillera que al igual que Mandela padeció cárcel y maltratos durante el régimen dictatorial de su país (1964-83), sostuvo: “de la misma manera en que los sudafricanos lloran con sus cantos a Madiba, nosotros, la nación brasileña, que tenemos sangre africana en nuestras venas, celebramos y lloramos a este gran líder que forma parte del panteón de la humanidad”.