Montevideo, 10 de diciembre.

Uruguay se convirtió esta noche en el primer país del mundo en legalizar la producción y venta de mariguana, con lo que busca combatir el narcotráfico, al aprobar el Senado un proyecto de ley impulsado por el Ejecutivo tras 12 horas de debate y con el voto de la coalición de izquierda del gobernante del Frente Amplio.

Tras una acalorada sesión el proyecto fue aprobado con 16 votos a favor y 13 en contra, de los opositores Partido Nacional y Partido Colorado, que temen que la ley dispare el consumo de drogas duras.

La ley permitirá a esta nación sudamericana de –poco más de tres millones de habitantes– tener un mercado reglamentado de cannabis desde el cultivo hasta su compra por el público en una red de farmacias, que incluye el autocultivo y clubes de consumidores, todo bajo control estatal.

El resultado de la votación fue recibido con júbilo por unos 150 activistas que colmaron las tribunas. Afuera, en la Plaza Libertad, cientos de personas también celebraron, y más de uno fumaba mariguana.

Es un día histórico. Uruguay pasa a ser vanguardia internacional en este tema, dijo el senador oficialista Alberto Couriel.

El presidente José Mujica, impulsor de la iniciativa, reconoció que su país no está totalmente preparado para regular la producción, venta y consumo de mariguana. Recordó que uno de los motivos por los cuales es necesaria la despenalización, es que la violencia desatada por el narcotráfico ha ido en aumento, y aseveró que la vía represiva está fracasando en el mundo entero. El mandatario, ex guerrillero tupamaro, de 78 años, dijo que por eso hay que tener un poco de coraje y un poco de audacia y buscar caminos nuevos. Recientemente indicó que si la legalización no funciona, se puede dar marcha atrás.

El proyecto va más allá de las legislaciones de los estados estadunidenses de Washington y Colorado, o de países como Holanda o España. Si bien Holanda permite su venta en tiendas, Uruguay será el primero en legalizar la cadena completa, desde la producción hasta la venta.

El consumo de mariguana es legal aquí. Unos 18 mil uruguayos la consumen diariamente y 184 mil dicen haberlo hecho alguna vez en el último año, según cifras oficiales. La ley sigue despertando resistencia con 61 por ciento que la desaprueba, según una encuesta reciente.

En todo caso, Mujica ha señalado que el objetivo de este experimento es quitarle el mercado de la mariguana al narcotráfico y no estimular el consumo de la droga. Su gobierno ha lanzado una campaña que advierte de los riesgos de la mariguana para la salud.

Justamente, la definición de experimento dada por Mujica fue el centro de las críticas más duras de la oposición. Senadores oficialistas explicaron que Mujica usó la palabra experimento como sinónimo de experiencia.

Es terrible hacer un experimento con la gente de un país, dijo el senador Luis Lacalle, del Partido Nacional y ex presidente de Uruguay.

Yo le diría al señor (George) Soros, al señor (David) Rockefeller y al señor presidente de la república, que con los uruguayos no se experimenta, que los uruguayos no somos cobayos de laboratorio, indicó el senador Pedro Bordaberry, del Partido Colorado.

Esto es una experiencia mirada por el mundo en función de que es nueva esta estrategia. Es una regulación parcial de una droga solamente, en su consumo y su producción, respondió el senador Luis Gallo, quien estimó que el consumo va a disminuir.

El proyecto contiene diez puntos esenciales, que incluyen el control y la regulación estatal de las actividades de importación, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución de la mariguana.

Propone un registro de consumidores mayores de 18 años y residentes del país, el permiso de cultivo personal hasta de seis plantas, el cultivo en clubes con entre 15 y 45 socios y un número proporcional de plantas (hasta 99) y la venta en farmacias de hasta 40 gramos mensuales por usario.

Como en el caso del tabaco, la iniciativa prevé que no se podrán fumar cigarrillos de mariguana en espacios públicos cerrados, centros educativos y hospitales. Estará prohibida la publicidad del producto, que se venderá sin marcas ni distintivos.

El gobierno, que ahora debe promulgar la ley tras su aprobación, dispondrá de un plazo de 120 días para publicar la reglamentación con detalles sobre la concesión de licencias de cultivo, precios de referencia, variedades de cannabis permitidas y mecanismos de inspección.