La Sagarpa afirma que no tiene reportes de cobros ilícitos a productores
Lunes 9 de diciembre de 2013, p. 15
En el campo del estado de Michoacán todos pagan a la delincuencia organizada para continuar su actividad, no importa el tamaño o si son campesinos de autoconsumo o agroexportadores. Las cuotas mínimas son de un peso por kilogramo o de 10 por ciento del valor de la producción para los agricultores de granos, hortalizas y frutas, y superan 500 pesos para los productores forestales, denunciaron campesinos que pidieron el anonimato.
Esas cuotas han inhibido el desarrollo del campo michoacano, afectando la economía de los más pobres y ha profundizado el rechazo de los jóvenes a laborar en las actividades del sector primario. En Apatzingán, Nueva Italia y otros municipios de la Tierra Caliente todos deben pagar. Lo mismo sucede en todos. Los campesinos deben entregar la mitad o más de los subsidios que reciben de los programas a los que se inscribieron. Por ello, muchos ya no se han registrados a los planes agropecuarios y siembran sólo para autoconsumo. La pobreza se ha incrementado, grandes superficies de tierra están sin sembrar y la migración aumentó. Esa es la realidad del estado, asentaron.
Una visión distinta presentó Antonio Guzmán Castañeda, delegado en la entidad de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), quien a la pregunta: ¿El crimen organizado afecta el campo de Michoacán?, expuso: “Allí están los resultados. En el ámbito nacional, es el estado que ocupa el primer lugar en el valor de la producción agrícola y en las exportaciones hortofrutícolas; mantiene el récord en exportaciones de aguacate (cuyo valor se estima en 14.8 mil millones de pesos); desbancó a Guanajuato del primer lugar en la producción de fresa, de la cual exporta 270 mil toneladas a Estados Unidos, y ocupa ese nivel en la de guayaba. El valor de la producción del sector primario fue de casi 30 mil millones de pesos en 2011 y participa con 7 por ciento del PIB agropecuario nacional.
De los 5 millones de habitantes de la entidad, un millón 300 mil viven en el sector rural, de los cuales 380 mil cuentan con un empleo en el sector agropecuario, pesquero y forestal. La superficie sembrada es de un millón 100 mil hectáreas.
En la entidad, abundó en entrevista, se obtuvieron 1.5 millones de toneladas de maíz, de las cuales se comercializaron 800 mil; se produjeron 700 mil de sorgo, y se vendieron 500 mil. Actuamos de manera coordinada con el gobierno del estado y los alcaldes de los 113 municipios. Los recursos se entregan sin importar los credos religiosos o las preferencias político-electorales. En los recorridos por la costa, ciénega de Chapala, Tierra Caliente y oriente michoacano no hemos recibido ni escuchado a agricultores, pescadores o productores forestales decir que les cobran cuotas para comercializar sus productos.
–¿Tampoco a los productores de limón?
–No tengo elementos. La Sagarpa es una institución dedicada al desarrollo del campo. En el estado se destinan 42 mil hectáreas a la producción de cítricos y se están certificando las huertas para poder aumentar las exportaciones a Estados Unidos.