En jugadas por arriba las Águilas encontraron la fórmula para vencer a Talavera
Quiere dejar al equipo con más títulos que Chivas
Sinha entró a 25 minutos del final y luego fue expulsado
Molina ingresó de cambio y liquidó el partido; la serie quedó 3-2
Lunes 9 de diciembre de 2013, p. 2
Miguel Piojo Herrera quedó a un paso de la hazaña hasta ahora sólo lograda por los Pumas de Hugo Sánchez. Las Águilas y su afición acarician el bicampeonato tras derrotar 2-0 al Toluca, al que eliminaron con global de 3-2, y de paso aseguraron la final por el título Apertura 2013 en el estadio Azteca.
Con abrazos, felicitaciones, choque de palmas en alto y con los brazos elevados al cielo, hacia su entregada afición, los jugadores amarillos celebraron el pase a la final tras las anotaciones de Aquivaldo Mosquera, al minuto 12, y de Jesús Molina, al 83.
El América de inmediato puso la mira en la portería defendida por Alfredo Talavera. El partido enseguida ganó intensidad y muy pronto quedó en el olvido el previo abrazo afectuoso entre Herrera y José Saturnino Cardozo, técnicos local y visitante, respectivamente.
Rubens Sambueza comenzó a llevar serio peligro al área de los choriceros, que intentaron responder por conducto de Édgar Pájaro Benítez y de Isaac Brizuela; sin embargo, en el ataque rojo desentonó el paraguayo Pablo Velázquez, líder goleador que falló hasta los pases más sencillos.
Con el dominio del ritmo y del balón, los amarillos inauguraron el tablero tras un tiro de esquina que rechazó la zaga visitante, pero en el recentro de Sambueza desde la derecha el defensa Mosquera aprovechó su estatura y conectó sólido cabezazo que entró a la meta por el ángulo superior izquierdo.
El Azteca se convirtió en un manicomio, los festejos y el ondear de banderas pintaron el graderío, colmado en 70 por ciento.
Toluca quiso replicar, pero lo hizo sin profundidad ante unas Águilas aplicadas en su retaguardia, porque Mosquera no sólo hizo el gol, sino que jamás dejó de ordenar con gritos y señas a su zaga, que no dio ningún tipo de concesiones.
América estuvo muy cerca del segundo tanto al minuto 26, cuando Miguel Layún corrió por la izquierda y centró para Luis Rey, quien remató bien, pero mejor resultó la reacción de Talavera con excelente lance a la izquierda para evitar el tanto. Más tarde, Sambueza envió un nuevo centro que techó al portero, pero nadie punteó.
La mejor aproximación de los Diablos en el primer lapso ocurrió al minuto 36, cuando Benítez rebasó al Maza Rodríguez y centró el esférico, aunque ni Velázquez ni Antonio Ríos pudieron llegar al remate.
Al 41, Óscar Rojas pidió su cambio, estaba lesionado de un tobillo desde el juego de ida y no soportó más, cojeando abandonó el campo y dejó su lugar a Carlos Esquivel.
A pesar de que el empate global 2-2 le daba el boleto a la final, América no menguó su endemoniado ritmo en la parte complementaria. Al minuto 47 Layún capturó un rebote de la defensa roja y soltó un latigazo que fue directo a las manos de Talavera.
Tampoco aflojó marcas y complicó el juego de los mexiquenses, por lo que Cardozo decidió ingresar a Raúl Nava (57) en sustitución del amonestado Gerardo Rodríguez, y al 65 sacó a Benítez para la entrada de Antonio Naelson.
Los Diablos dieron apenas un chispazo de buen juego al 70, cuando Sinha cobró una falta, Velázquez cabeceó y Moisés Muñoz salvó de gran forma, pues hizo un soberbio lance a la derecha para desviar el balón que iba en dirección a su meta.
En la siguiente jugada el Conejito Brizuela sacó un cañonazo que se fue por encima del travesaño. La numerosa porra visitante, que llenó la cabecera norte, exigió: “¡Pongan güevos, los Diablos pongan güevos…!”
El Piojo Herrera, quien durante todo el partido se dedicó impunemente a protestar decisiones arbitrales, también hizo movimientos. Al minuto 72 sacó a Rey y metió con increíble tino a Molina, y cuatro minutos después Luis Mendoza entró por Juan Carlos Medina.
Al 83 de acción, el América sentenció la serie con el 2-0 anotado por Molina, quien aprovechó la floja marca de Ríos. Las Águilas ganaron un tiro de esquina por la derecha y el centro fue al área, donde Molina demostró una vez más su buena técnica para rematar con la cabeza y encajó el esférico a la derecha de Talavera.
Miles de luces de celular iluminaron el coso, la afición ya no dejó de entonar oeee, oeee, oe, oe, campeooooón, campeoooooón
.
Como pocas veces, Sinha se fue expulsado entre abucheos al minuto 89 por haber asestado una artera patada a Layún, reflejo de la impotencia y frustración de unos Diablos inofensivos que sucumbieron por primera vez en liguillas ante el América.
Una vez instalado en la final, por segundo torneo consecutivo, el Piojo soltó: Seguiremos de moda y que nos odien mucho más
. A una semana de dejar el timón en Coapa para asumir el de la selección nacional, Herrera señaló que vive el mejor año futbolístico sin duda alguna
y que espera dejar hasta arriba en trofeos
al equipo, por encima de Chivas.
Sonriente, de inmediato dio el mérito a su plantel. Los chavos tienen gran actitud, sabíamos que iba a ser un rival difícil y pusieron empeño desde el inicio. Hicieron lo que normalmente desplegan en casa
, expuso en la conferencia de prensa posterior al juego.
Aceptó que hubo revancha porque es la instancia donde ellos nos eliminaron y ahora nosotros los echamos
.
Comentó que el encuentro se pudo definir mucho antes, pero Talavera hizo una gran atajada ante Rey; sin embargo, luego Moisés Muñoz también evitó un tanto de los Diablos, resaltó.
Extasiado con su plantel y antes de disputarse la otra serie, manifestó que espera al rival que sea; nosotros estamos contentos de estar ahí. Los muchachos hicieron un gran trabajo y también hay que aplaudir al rival, creo que fue un partido espectacular para la gente
.
El técnico de los choriceros se fue molesto porque dijo que a él le correspondía realizar primero su conferencia, dada su condición de visitante.
Pelea entre barras amarillas
Antes del partido, en la explanada del inmueble, se encontraron las barras americanistas La Monumental y Ritual del Kaoz, que cobraron viejas rencillas y se enfrentaron a golpes, lo que dejó por lo menos un fanático herido de gravedad.