El mural Alerta mi general Emiliano Zapata, en la lucha de Atenco, fue inaugurado el 23 de diciembre de 2001. De 60 metros cuadrados, en él se plasmó y rescató una parte de la historia y el rostro del movimiento de los pueblos de San Salvador Atenco.

Campos explicó entonces su obra: “En el primer punto de la vista del espectador está el rostro monumental de nuestro general Emiliano Zapata como uno de los íconos más importantes del campesinado y del movimiento social del mexicano actual. Luce el general una serenidad y en sus ojos se percatan las miradas solemnes llenas de machetes encendidos. Su figura brota de magueyes simulados en verdes y atrás una llama, en anaranjados que encienden el ícono. Abajo se encuentra una mujer campesina atendiendo y ofreciendo tortillas, frijoles y café al general. En la parte central del mural está un ahuehuete viejo, que representa la historia.

“En la parte derecha las figuras de Zapata y Francisco Villa en sus caballos saliendo de nuevo al combate, junto a ellos hay una máscara del CGH representando la histórica huelga de la UNAM contra la privatización de la educación.

“También, hay un joven roquero que brota en solidaridad apoyando y en su mano porta una hoz. En la parte media hay una representación de las tradiciones de Atenco y el carnaval de marzo, en la otra parte del muro brota de nueva cuenta una imagen de Zapata con su sombrero de charro y junto a esta figura yace la imagen del compañero Nacho (Ignacio del Valle) con su machete como representación de los pueblos, con un pómulo roto, resultado de la represión policiaca. En su flanco está la imagen de Ricardo Flores Magón”.

Todos colaboraron en la composición y junto con los compañeros y compañeras hacían una composición de resistencia y rebeldía, el mural ya era parte de la historia del movimiento, dijo Cienfuegos.