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¿La Fiesta en Paz?

Tres años del portal Aportaciones Histórico-taurinas Mexicanas

Dos años sin la visión de El Saltillense

E

n diciembre de 2010, el incansable investigador taurino José Francisco Coello Ugalde emprendió un nuevo proyecto: el sitio en Internet Aportaciones Histórico-taurinas Mexicanas (http://ahtm.wordpress.com/), ya con tres años de mantenerse en la preferencia de los tauronautas que, interesados por conocer diversos episodios históricos, anecdóticos o literarios del pasado, así como el presente taurino de México, tienen ahí la opción de un paseo tan gozoso como fundamentado.

Repartido su menú en 18 categorías, Aportaciones… está a punto de alcanzar 900 entregas, con poco más de 130 mil visitantes de un centenar de países. Encabezan tal propuesta sus editoriales, muchos de los cuales plantean serias críticas a circunstancias y desviaciones de los profesionales, así como aplauden cosas que merecen elogiarse. Algo que se antoja increíble es el Perfil del autor, que presenta in extenso la trayectoria curricular del maestro Coello.

Asimismo, la inclusión de valiosas fotografías de época y de otros elementos iconográficos ha sido fundamental para enriquecer muchos textos. Así, el pasado, el presente y muchas miradas del porvenir están aquí, materializadas en anécdotas, efemérides, reseñas literarias y fotográficas, recreadas galerías de museo, etcétera. También la serie Miniaturas Taurinas, dedicada a datos apenas perceptibles donde una lectura o una imagen permiten acercarnos a sutilezas o detalles, o las Curiosidades taurinas de antaño exhumadas hogaño, serie que empezó en el semanario Multitudes, desaparecido, allá por los años 80 del siglo pasado y que aquí perviven. Tampoco faltan las imprescindibles Crónicas y la novedosa sección A toro pasado, con variedad de temas que no pierden actualidad.

Una experiencia más, consecuencia de las Aportaciones…, es que Francisco Coello decidió incursionar en otra línea de investigación no por importante menos descuidada: la historia de la electricidad en México, y a raíz de la extinción de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro puso en circulación, en enero pasado, el revelador blog: Luz y Fuerza de la Memoria Histórica (http://kilowatito2009.blogspot.mx/) al que el prolífico autor hace una cordial invitación a que lo visiten estudiosos y curiosos.

“A 33 años –dice Coello Ugalde– de haber puesto en marcha mis propósitos de diletante del periodismo y que con el tiempo se transformaron en el oficio de historiador, pues tengo la maestría y la candidatura al doctorado en Historia de México por la UNAM, todo lo anterior se convirtió en una grata experiencia de cotidianos empeños de leer, investigar, realizar trabajo de gabinete o de campo y donde a través de la historia es lícito preguntar a los hechos y personajes del pasado, con sus veleidades y oscuridades, sus deliberados olvidos y silencios, teniendo así la posibilidad de encontrar sus respuestas en el presente. El historiador de origen holandés Jacob Burckhardt nos legó un consejo que vale oro: ‘No regañemos a los muertos. Entendámoslos’”.

Hace dos años, el 10 de diciembre de 2011, partió en busca de nuevos claroscuros e inimaginados colores el extraordinario fotógrafo taurino Armando Rosales Gámez El Saltillense, cuya valiosa obra y orgulloso sobrenombre lograron dar prestigio internacional a su modesta ciudad natal, hoy con un pretencioso museo colgadero sobre la fiesta de los toros, más útil al aprendizaje de la lectura rápida que a la explicación de la tauromaquia.

La magnífica obra de Armando en blanco y negro y color sigue a la espera de que una institución imaginativa o un taurino sin complejos decidan publicar su libro El Saltillense, Tauromaquia, con 180 espléndidas imágenes de las diferentes etapas del prestigioso fotógrafo, que dedicó 30 años a recorrer plazas y ganaderías de bravo del país y del mundo, recogiendo su visión de una fiesta cuya grandeza y originalidad requieren, como nunca, de apoyos sólidos para su fortalecimiento.

En cualquier caso, ya no tendrá El Saltillense que tocar puertas ni hacer antesalas ante la mezquindad ostentosa de tantos taurinos, la afición de pacotilla de varios gobernadores, la impunidad de funcionarios culturales corruptos y la mediocridad de aldeanos museos balines.