Los 20 años entregados a la marcha dan a Daniel García el conocimiento para recomendar que si los dirigentes quieren poner a flote otra vez ese barco, que ahora está encallado, lo mejor es apoyar a los andarines que obtengan los resultados más destacados, y a sus entrenadores, en vez de concentrarlos en grupos en los que algunos quizá ni siquiera se adapten para trabajar adecuadamente.

Recordó que durante la mayor parte del tiempo se mantuvo al lado del entrenador que lo descubrió y apoyó toda su carrera deportiva (Miguel Ángel Sánchez), porque para el deportista verdaderamente comprometido su preparador se convierte como en su segundo padre, pues le confiere toda la confianza y a veces hasta pasa más tiempo a su lado.

Dejó en claro que las autoridades deportivas saben bien quiénes son los entrenadores realmente honestos, que trabajan con marchistas a los que les inculcan esos valores, además de conocer a los que sólo andan pirateando a la gente que ellos no hicieron, así es que no sería difícil determinar a quiénes se les debe brindar ayuda.

Aunque por situaciones administrativas está detenido el proceso para seleccionar a los preparadores que se harán cargo de cada una de las distancias en la caminata, García tiene la esperanza de que se modifique ese lineamiento con la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, para beneficiar realmente a los competidores.

Dicen que es caro tener un fisiatra, un médico y un especialista para cada entrenador, pero si se organiza una revisión médica cada 15 días y los grupos pueden pagar el trabajo de los fisiatras por su cuenta, todo podría seguir como ahora y garantizar buenos resultados, que al final del día es lo que buscan las autoridades, puntualizó.