La dirigencia del PRD capitalino, representantes de corrientes de expresión y diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) afirmaron que mientras la ciudad siga siendo gobernada por la izquierda no se impedirá ni limitará el ejercicio de ningún derecho ciudadano, como el de la libre manifestación.

En conferencia de prensa para hacer un balance del primer año de gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa, en la sede del PRD-DF, el secretario general del partido, Enrique Vargas Anaya, dijo que las autoridades capitalinas enfrentan un cerco mediático por la presencia de provocadores en las manifestaciones, que no se habían visto en años anteriores, pero que han sido recurrentes con la llegada del PRI a la Presidencia a partir de las protestas del primero de diciembre de 2012.

En su balance los perredistas resaltaron la consolidación de la política social, como la pensión a adultos mayores que aumentará en 2014 a más de mil pesos mensuales, mientras que la del gobierno federal se fijó en 500 pesos bimestrales y destacaron también las acciones que anunció Mancera como el programa de alimentación para alrededor de 40 mil familias el próximo año que, aseguraron, será contrastante con la nula capacidad que ha tenido el gobierno federal con su llamada cruzada contra el hambre.

El ex presidente de comité estatal y líder de Unidad y Renovación (Unyr), Armando Quintero Martínez, afirmó que si bien la política de tolerancia con que se conduce el gobierno de la ciudad tiene un costo político y social, será un costo menor que el de ser un gobierno de izquierda con las manos manchadas por la represión, porque estas no se lavan.

Esta reacción es ante la iniciativa de Acción Nacional en la Cámara de Diputados con la que se pretende poner horarios a las movilizaciones, obligar a las autoridades capitalinas a disolverlas mediante la fuerza pública si se bloquean vialidades, edificios públicos o se infieren insultos, o a impedir que se realicen por la contaminación, lo que consideraron forma parte del acoso de PRI y PAN contra el gobierno de la ciudad.