Nunca hubo prisa. David Penchyna, senador por el PRI y presidente de la Comisión de Energía, se hizo acompañar de algunos de sus pares del PAN y el PRD para informar que será este viernes cuando los senadores que no forman parte del selecto grupo negociador –y con ellos el resto del país– conozcan el predictamen que celosamente han guardado legisladores priístas y panistas (y Los Pinos, naturalmente).

De modo que la discusión en comisiones será el domingo, día de asueto para muchos simpatizantes del convaleciente Andrés Manuel López Obrador. El resultado de esos trabajos se traducirá en un dictamen que, en primera lectura, se presentará el lunes 9. El debate podría prolongarse hasta el miércoles venidero. O el jueves, para asestar el golpe a los opositores, incluido Morena, mientras se le cantan Las mañanitas a la Morena del Tepeyac.

La prisa no es nuestra, suelta por ahí el senador panista Ernesto Ruffo, mientras su correligionario y tocayo de apellido Cordero pasa a los priístas la factura de 2008, cuando dejaron en el camino una reforma mucho menos ambiciosa propuesta por Felipe Calderón. La reforma energética del PRI se quedó chiquita y tiene que parecerse a la del PAN, dice, en declaraciones radiofónicas.

Las sonrisas entre expertos que acudieron a los foros del Senado y analistas de finanzas deben ser anchas. A coro han dicho que, por cálculo político, la propuesta original de Enrique Peña Nieto no daba suficientes certezas a los inversionistas.

Basta echar una ojeada a las publicaciones especializadas para constatar el entusiasmo general con el proyecto secreto –aunque no desconocido– que han cocinado el PRI y el PAN. Se celebra en una de esas publicaciones que las diferencias entre las propuestas de ambas fuerzas políticas no sean de fondo: que las concesiones, por ejemplo, se llamen así en un proyecto y en el otro se les nombre licencias.

Quiere decir ceder a un particular la función completa del Estado; incluye al territorio nacional, es un esquema parecido al de las minas, dice la senadora Dolores Padierna, con un papel más protagónico que de costumbre dada la grave enfermedad que padece el coordinador Luis Miguel Barbosa (en los pasillos del grupo parlamentario se cuenta que Guadalupe Acosta Naranjo ya está promoviendo que se nombre un sustituto).

Un minuto de aplausos y varios de jaloneos

Apenas el martes, la Cámara de Diputados aprobó aumentar las penas por el delito de terrorismo. Diversos organismos de derechos humanos denunciaron que los cambios legales podrían ser usados para castigar la protesta social.

Poco más de cien diputados de la izquierda votaron en contra. ¿A quién perseguirán esas penas? ¿A los incluidos en una lista que proporcione el vecino del norte?

A saber. Por lo pronto, los senadores brindan un minuto de aplausos a un hombre que estuvo en la lista de terroristas de Estados Unidos casi hasta sus 90 años de edad (lo sacaron en 2008).

Nelson Mandela, largo tiempo protagonista de la lucha armada contra el apartheid, preso por sabotaje y otros delitos, es homenajeado por los senadores que no pueden dar curso a la reforma madre.

Madiba también se aparece en las calles. Si todos mantenemos este esfuerzo, estoy seguro de que podemos echar abajo la reforma energética. Si no, de todos modos tenemos que seguir luchando toda la vida, pues es la lección que nos ha dado nuestro dirigente y que nos han dado también dirigentes como Nelson Mandela y otros apóstoles de la resistencia civil pacífica, afirma Andrés Manuel López Beltrán, al levantar la movilización del día.

El hijo de López Obrador invita a los simpatizantes de Morena a presentarse de nuevo este viernes, desde las nueve de la mañana.

La movilización de este jueves corresponde al estado de México, con escaso músculo por lo que se ve. Dirigentes de Morena que caminan de un lado a otro del cerco perimetral admiten que la asistencia está por debajo de sus expectativas.

Por un lado parece que la gente aún no procesa el problema de salud de Andrés y, por otro, no conocemos aún el dictamen. En cuanto tengamos la evidencia de que buscan privatizar, como todo indica, la gente se va a indignar y llegará, dice un integrante de la dirección nacional de Morena.

El mensaje de Andrés Manuel hijo ocurre por la tarde, luego de algunos escarceos entre policías y manifestantes (algunos dijeron que sólo maestros, y Morena se deslindó). Tres de las planchas metálicas lograron ser arrancadas de su lugar. A media tarde, todavía era posible ver a varios empleados apretando tuercas en todo el perímetro (si lograron moverlas fue porque estaban mal atornilladas).

La respuesta policiaca es cerrar completamente los pocos huecos que permiten la entrada y salida de cientos de personas que viven o trabajan en la zona. Las molestias no son sólo causadas por la policía. Algunos militantes de Morena no impiden sólo el paso de personas que se dirigen al Senado. Algunos dirigentes deben intervenir para que, por ejemplo, dejen pasar a maestros jubilados que acuden a hacer trámites a un edificio de la zona. La pasa mal también el senador panista Javier Corral, a quien jalonean en medio de una gritería. Corral trastabillea, pero sigue su camino sin responder a los gritos.

El fin de semana la afluencia de manifestantes, aseguran, será mucho mayor. Por lo pronto, una pinta en las enormes vallas de la policía define el ánimo callejero: Andrés Manuel, recupérate, te necesitamos.