Marrakech, 5 de diciembre.

La compañía petrolera española Repsol estafó a Argentina porque desde 2004 decidió no invertir en el país e irse. Ya había recuperado su inversión y prefirió ir al Golfo de México y a otros lugares. Se llevaron el dinero. Llegaron a un acuerdo con el gobierno en 2007 que fue una verdadera tradición a la patria. Firmaron un acuerdo con (el presidente Néstor) Kirchner, con el cual se le permitía sacar 95 por ciento de las utilidades que producía. Luego de pagar dividendos, se llevaban el capital, dice en entrevista con La Jornada Fernando Solanas, senador socialista y ex diputado nacional en Argentina. Ocupa una curul por la organización política Proyecto Sur.

La anterior declaración que, pareciera de un experto en finanzas, la hace quien tiene más de cinco décadas de militancia en la izquierda y de compromiso social, pero quien es también un referente del cine político en Latinoamérica... y en el mundo.

Por sus películas de ficción y documentales –premiados en varios festivales de cine– que él llama ensayos cinematográficos, encuentros como el de Cannes lo han homenajeado. Esta vez, el Festival Internacional de Cine de Marrakech, en su edición 13, le rindió pleitesía ayer.

Pino Solanas, exiliado de la dictadura en su país, es autor de títulos como La hora de los hornos, Memoria del saqueo, Tangos... el exilio de Gardel, Tierra sublevada y La próxima estación, entre muchos otros.

Figura de la resistencia social y política desde la cultura

Es una figura de la resistencia social y política desde la cultura. Ahora, lo es desde la trinchera política, en la que decidió entrar a principios de los años 90 luego del vacío que había en la oposición en el tiempo del régimen de Carlos Menem, tiempo en el que, luego de salir de una función de cine, unos individuos le dispararon seis tiros en las piernas.

Todo forma parte de la misma cosa. He trabajado desde el cine y en un momento las circunstancias hicieron que como referente cultural enfrentara al menemismo. Me pegaron los balazos y eso cambió el curso de mi vida. Todo mundo me planteó algo que no podía rechazar: estar al frente de un fuerza de oposición. Todo referente cultural tiene que hacer una devolución a su país. Nadie surge solo. Eres el producto de tu esfuerzo, pero también de la herencia y apoyo que te ha dado una comunidad. Yo la hice dando un paso hacia la política, pero he seguido filmando mis documentales de batalla; largometrajes filmados en el mismo estilo: como ensayos cinematográficos, porque la desinformación, con los medios y el aparato oficial, siguen existiendo, comenta.

En 1962 realizó su primer cortometraje de ficción Seguir andando. En 1968 hizo de manera clandestina su primer largometraje La hora de los hornos, trilogía documental sobre el neocolonialismo y la violencia en el país y América Latina. En 1975 terminó Los hijos de Fierro, primer largometraje de ficción. Meses antes, había sido amenazado de muerte por la Triple A (un grupo paramilitar de extrema derecha) y en 1976 un comando de la Marina intentó secuestrarlo. Partió al exilio hacia España y se estableció en Francia, donde realizó, en 1980, el documental La mirada de los otros.

“¿Por qué crees que existe (la película) Casablanca?”, pregunta a este reportero.

Se responde: “Porque es una gran historia de amor en un contexto político y social determinado. Si das vida a personajes en la ficción hay que respetar a los personajes, que son los que mandan. Son pequeñas cosas de la vida cotidiana... Cuando hice Tangos... El exilio de Gardel me criticaban porque según, me había tomado livianamente el exilio. Lo que me interesaba era contar del exilio, la vida cotidiana con cuentos y tangos, amores y penas”.

Fernando SolanasFoto Juan José Olivares

Durante el exilio participó en varias organizaciones de solidaridad con las Madres de Plaza de Mayo y los demás organismos de defensa de los derechos humanos. A la caída de la dictadura, en 1983, regresó a Buenos Aires y, en 1985, filmó Tangos... El exilio de Gardel, que obtiene premios en Venecia. En 1988 terminó Sur, que fue premiada en Cannes.

Fue una de las primeras voces denunciantes de la traición de Menem a los contenidos del voto, la privatización de los canales y la Ley de Reforma del Estado.

Complejo hablar de América Latina

–En la Patria Grande, como llama a Latinoamérica, las cosas han cambiado, pero sigue habiendo saqueos.

–Por supuesto que siguen. Seguimos tendiendo oligarquías en muchos países y ellas están ligadas a las transnacionales.

Agrega: Latinoamérica es un continente que abre las piernas y dice: llévense todo, detrás del mito de que las exportaciones de sus recursos naturales le va a traer un enorme bienestar. En realidad, en toda la historia del colonialismo, ese modelo dejó muy poco, pero hoy día eso es fuerte otra vez. Hablar de América Latina es complejo. Hoy hay que hacerlo de América del Sur y América Central. México es un continente en sí mismo y no hay información. En los diarios del sur del continente rara vez hay noticias de México o Centroamericana. Lamentablemente la que debió ser la gran patria se la fueron robando. El sueño de Bolívar, liquidado. Todo ha estado ocupado por el neocolonialismo, que se asoció con la burguesía de las ciudades puerto para llevarse los productos.

Solanas domina el tema de los energéticos, no sólo porque sigo siendo en Argentina la izquierda nacional anticolonialista que lucha por la independencia del país, sino porque lidero una coalición en la que están los dos partidos socialistas. Somos herederos de la nacionalización del petroleo.

Saqueo adornado con publicidad

Dice que cómo será el colonialismo que, en Argentina, Carlos Menem según transformó la legislación minera, pero en realidad quien lo hizo fue el Banco Mundial en los años 90, cuando promovió esa transformación en más de 70 países con grandes reservas de metales. Esa reforma en mi país significó que las mineras quedaban libres de cualquier pago de impuestos, además de exportar y dejar 100 por ciento de sus exportaciones. Y eso pasó con todos los presidentes hasta con los Kirchner, cuando en 2011 que la crisis argentina les exigió pedir a las mineras que las divisas de sus exportaciones las liquidaran dentro del país. Se llevaban riquezas que no son renovables y el dinero de esas riquezas quedaban fuera. Se llama saqueo adornado con publicidad.

Insiste en el tema: Se llevaron todo. Hoy día está la discusión sobre el valor de la expropiación de Repsol, que se llevó 4 mil 5 millones de dólares por afuera de los dividendos. Fue un arreglo político para permitirle a Kirchner comprar 25 por ciento de las acciones. Kirchner con sus amigos y testaferros: bandidos y traidores. El país perdió el abastecimiento y se convirtió en importador. Repsol representa no a los intereses del pueblo español, sino a los de los grupos económicos de ese país, como la Caixa y seguro, a los de la corona española, que tiene acciones en todas las multinacionales españolas.

El cineasta no puede dejar de hablar de política: El kirchnerismo está asociado a los grandes bancos, mineras y petroleras.