Presenta la campaña Recupera una oportunidad
Jueves 5 de diciembre de 2013, p. 45
Una de cada 10 muertes maternas ocurre a mujeres de 10 a 18 años de edad, un problema de salud pública grave que ha existido durante años y hasta hoy no existe una estrategia nacional para combatirlo. Por el contrario, sigue en aumento y, de acuerdo con información oficial, la mitad de las adolescentes que inicia vida sexual se embaraza. La causa está en el incumplimiento de la obligación del Estado a garantizar la educación sexual desde la infancia, el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva amigables y la carencia de leyes que protejan sus derechos, afirmó Regina Tamés, directora del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE).
La activista presentó ayer la campaña Recupera una oportunidad, que busca hacer conciencia en la sociedad sobre la importancia de no permitir que se señale a los jóvenes como los responsables de los embarazos no deseados, o de abandonar la escuela, cuando la realidad es que la carencia de apoyo, acompañamiento y de alternativas diferentes de vida, explican esos problemas.
En conferencia de prensa, Tamés comentó que las condiciones de pobreza, marginación y desigualdad en que se encuentra la población de 10 a 19 años es algo que ninguna autoridad ha querido ver. Se conforman con hablar del tema sin plantear medidas concretas para mejorar la situación.
Además de la carencia de una política nacional efectiva de salud sexual y reproductiva que garantice el acceso a servicios médicos amigables, a la información confiable y a métodos anticonceptivos para prevenir embarazos no deseados, se agregan los rezagos en las leyes.
Es el caso de los códigos civiles de nueve entidades que autorizan los matrimonios a partir de los 14 años de edad en las mujeres y a los 16 en los hombres.
La directora de GIRE señaló que Naciones Unidas ha señalado a México, durante años, la necesidad de modificar los ordenamientos, a fin de que los matrimonios se autoricen sólo a partir de los 18 años para ambos sexos y de esa manera, contribuir a evitar el embarazo a temprana edad.
Mantener la posibilidad de que las niñas se puedan casar a los 14 años es un acto de discriminación y violación de sus derechos humanos, apuntó.
En México, 14 estados establecen la edad mínima de 18 años para casarse; en otros nueve, los respectivos códigos civiles fijan una edad mínima de 16 años para hombres y mujeres.