Se agrava el escándalo de la trasnacional mexicana; el gobierno niega injerencias
Legisladores de la oposición califican el caso de flagrante
trato en favor de esa empresa
Jueves 5 de diciembre de 2013, p. 30
Madrid, 4 de diciembre.
El supuesto fraude fiscal en España de la trasnacional Cementos Mexicanos (Cemex) provocó una nueva dimisión en el seno de la máxima institución de vigilancia y recaudación fiscal del país, la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). En esta ocasión, y con tan sólo dos semanas de por medio, presentó su renuncia el director de Inspecciones Financieras, Luis Jones, quien además envío una dura misiva en la que señala al director del organismo, Santiago Menéndez, de interferir en el funcionamiento del organismo, que hasta ahora se había caracterizado por su independencia y rigor.
El gobierno del conservador Mariano Rajoy, en el poder desde noviembre de 2011, afronta una dura crisis en uno de los organismos más sensibles del Estado, al ser el responsable de la recaudación y vigilancia de los contribuyentes españoles.
El origen de la crisis es un expediente abierto a Cemex con motivo de un presunto fraude fiscal continuado, detectado en 2011, y que se registró en los ejercicios fiscales de 2006 a 2009. El expediente abierto sugería una sanción de más de 450 millones de euros, pero tras la intervención de las altas esferas del gobierno se forzó la dimisión de la inspectora responsable, Dolores Linares, y del jefe de la delegación de Grandes Contribuyentes, Ignacio Ucelay.
Desde que estalló el escándalo se ha intensificado la presión política para que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explique en el Congreso de los Diputados lo que para la oposición representa un caso flagrante
de trato en favor de una multinacional, al menos en materia tributaria. La mayoría parlamentaria del Partido Popular (PP) ha impedido que prosperase cualquier comparecencia que tenga que ver con la crisis abierta en la Agencia Tributaria, mientras que desde las oficinas de Cemex en Madrid se guarda un silencio absoluto y no han ni siquiera explicado a través un comunicado su situación fiscal y los detalles del expediente que les abrieron por supuesto fraude.
En la carta de renuncia del ex alto funcionario, Luis Jones, explica que hay notables diferencias que han surgido con el titular de dicha Dirección General en los últimos meses en relación con diversos asuntos que, en mi opinión, constituyen ámbitos esenciales de decisión del Departamento de Inspección, y que se han resuelto en contra de nuestro criterio
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Aunque sin citarlos, en estos momentos el organismo fiscal español está siendo escrutado por la opinión pública y los partidos de oposición por el trato en favor de las multinacionales, en este caso Cemex, pero también por un informe escrito ad hoc para ayudar a la Infanta Cristina y a su marido, Iñaki Urdangarin, de la investigación abierta en su contra por diversos delitos contra el erario.
A pesar de que desde el gobierno español han negado haber realizado cualquier tipo de injerencias
en la Agencia Tributaria, las sospechas de trato preferencial se acumulan. Desde el Partido Socialista Obrero Español, el dirigente Manuel Chaves, emplazó al ministro Montoro a que aclarara la situación en el Parlamento y advirtió que este tipo de escándalos no han ocurrido nunca antes en la Agencia Tributaria
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