Imposibilitado para incidir en la reforma electoral que se debate en el Congreso, pero con la obligación de ajustar en 500 millones de pesos su presupuesto para 2014 y hacer eficiente su operación, el Instituto Federal Electoral (IFE) adaptará el gasto en el congelamiento de plazas y cancelará la partida de 270 millones originalmente planeada para construir oficinas y reducir el gasto en arrendamiento.

Contra las sugerencias de PAN y PRD, de que se aplique en 2014 parte de las recomendaciones del informe de Deloitte para reducir el gasto y operar con menos recursos, el consejero electoral Lorenzo Córdova sostiene que es un momento complejo para emprender una modernización administrativa.

Por un lado, no se conoce qué surgirá de la reforma electoral que se discute en el Congreso y, por otro. el IFE no puede adoptar decisiones estratégicas en un momento en que no cuenta con más de la mitad de integrantes del Consejo General. Es un acuerdo no tomar decisiones fundamentales como las que recomienda Deloitte: desaparición de áreas, contracción de estructuras jerárquicas y evitar duplicidad de funciones.

Para Córdova, el informe de Deloitte será un insumo fundamental porque indica claramente dónde están los excesos de personal, pero también donde hay carencias. En su caso, advierte, será fundamental para que cuando se concrete la reforma electoral y se anexen nuevas funciones haya personal incorporado al IFE que pudiera ser readscrito a cumplirlas.

Sin embargo, en paralelo, indicó, el IFE ha iniciado acercamientos con el contralor general, Gregorio Guerrero, para encontrar una fórmula válida que le permita que los ahorros de 2013, producto de la política de congelamiento de plazas, pueda ser utilizado para el programa inmobiliario y construir inmuebles que le reduzcan el gasto de 21 millones de pesos mensuales en arrendar oficinas.

Esa es la pretensión, pero no lo vamos a hacer si no hay consenso con el contralor, señaló Córdova, quien agregó que la pretensión es conformar un monto suficiente para canalizarlo a este programa, que permita al IFE reducir costos en arrendamiento con la construcción de algunas juntas locales o distritales.

–¿Se utilizarían las economías de 2013 en 2014?

–Si el contralor lo autoriza –mencionó Córdova, y precisó que se buscaría un mecanismo diverso al utilizado en el pasado cuando el IFE pretendió utilizar recursos ahorrados en un año en el siguiente ejercicio fiscal, lo que motivó la incoformidad de la contraloría general y obligó al IFE a devolverlo.

Córdova considera que esta vez no será el caso, pues esto permitiría al IFE aprovechar el congelamiento de plazas de 2013, que continuará en 2014 por una obligación presupuestal, tras el recorte de 500 millones de pesos, y que generó ahorros institucionales.