Andrés Manuel López Obrador instó ayer a los ciudadanos a estar atentos a la convocatoria para comenzar –en los próximos días– el cerco pacífico a la Cámara de Senadores, en el momento en que las comisiones legislativas empiecen la discusión del dictamen de reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución. Hagamos el compromiso de estar todos presentes. Obviamente, me incluyo. Ahí voy a estar todo el tiempo que sea necesario, manifestó.

En una nueva concentración en el Zócalo capitalino en rechazo a la privatización del petróleo, López Obrador sostuvo que cada vez es más notorio que el presidente Enrique Peña Nieto pactó en el extranjero la intervención de las trasnacionales y lo único que le importa es cumplir, a como dé lugar, ese compromiso.

La modificación, expuso luego de que se ha ventilado la intención de que la iniciativa privada participe en todo el proceso de la industria petrolera nacional, busca que los inversionistas se hagan cargo de perforar los pozos y se apropien de la mitad de la producción. Quienes promueven esta reforma quieren agujerear compulsivamente todo el territorio hasta agotar las reservas petroleras de México.

Aseguró que todas las acciones de resistencia se llevarán a cabo con el principio de la no violencia, y pidió: Nada de encapuchados. Cada uno debe estar pendiente para no permitir la participación de infiltrados ni provocadores mandados por el régimen.

Anticipó que, por razones obvias, los primeros en llegar al cerco serán quienes vivan en la capital del país y en el estado de México, y definió que tanto el sitio a la Cámara de Senadores como posteriormente a la de Diputados estarán a cargo y serán organizados por los dirigentes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Miles de personas colmaron la Plaza de la Constitución a pesar del despliegue de cientos de policías federales, capitalinos, de la Bancaria Industrial y judiciales en Paseo de la Reforma, avenida Juárez y Eje Central, así como del cierre de las estaciones Allende y Zócalo del Metro.

Además, fueron instaladas cientos de vallas metálicas en Eje Central, Madero y 5 de Mayo –lo cual obligó a quienes caminaban hacia el Zócalo a dar un rodeo hasta 16 de Septiembre y Tacuba–, así como frente a hoteles y comercios de Paseo de la Reforma y avenida Juárez.

Decenas de policías judiciales, vestidos de negro, vigilaron de cerca a los ciudadanos.

La actriz Jesusa Rodríguez dijo que con el cerco policiaco y las vallas se pretendió inhibir la concentración. Al mediodía seguían llegando personas al mitin, una vez pasados los filtros.

Sortean obstáculos

Aun así, maestros, electricistas, tranviarios y miembros de sindicatos universitarios lograron llegar a la plaza, donde el secretario general de la sección 22 magisterial, Rubén Núñez Ginés, envió un saludo fraterno y combativo. Informó que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación no permitirá que pase dicha reforma.

En su discurso, en una plaza llena, López Obrador hizo un llamado a la unidad de ciudadanos, organizaciones sociales, civiles y políticas a luchar juntos en defensa del petróleo, porque más allá de las naturales diferencias nada, absolutamente nada, puede estar por encima del interés del pueblo y de la nación.

Comentó que la movilización frente a las dos cámaras del Congreso, al igual que la concentración de ayer, tienen como propósito evitar un gran atraco, pero agregó que no se dejará de lado la vía de demandar una consulta popular antes de que se imponga la modificación.

No se quiere, abundó, limitar únicamente a la denuncia de que una minoría sin escrúpulos, que después de quedarse con las empresas públicas, bancos, ferrocarriles y minas busca ahora apoderarse del sector energético nacional con la reforma.

No se trata sólo de vivir para contarlo, para decir el día de mañana que teníamos razón, sino de evitar lo inminente: el sufrimiento, los conflictos y el hundimiento del país. Impedir la trágica felonía que tiene como prólogo un acto de traición a México, indicó.

Reiteró que la resistencia civil será pacífica y pidió que en los siguientes días, cruciales y definitorios, se difunda que quienes defienden el petróleo no son un grupo de alborotadores ansiosos de romper el orden público, sino es el gobierno federal el que pretende subvertir el orden constitucional; son ellos los subversivos.

Anunció que hoy enviará sendas cartas a los empresarios de todo el país para explicarles que todos los mexicanos, incluidos los dueños del capital, serán gravemente afectados con la entrega del sector energético a los extranjeros.

Alertó que el gobierno de Enrique Peña Nieto, así como el PRI y el PAN, está dispuesto a todo con tal de privatizar la industria petrolera nacional, incluso entregar migajas al blanquiazul, como la reforma política que –cuestionó– dejará intacta la estructura burocrática corrupta de los órganos electorales.

Recordó que el Morena no sólo se opone a la modificación privatizadora y ha presentado una propuesta que se basa en combatir la corrupción en Petróleos Mexicanos y desmantelar las bandas que operan en la empresa e impedir que continúen los jugosos negocios. Hay que poner un alto a los acuerdos de Los Pinos que benefician a políticos y empresarios de Washington, Texas, Madrid, Londres, y evitar que sigan robando los allegados de Salinas de Gortari, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto.