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La actriz estadunidense fue homenajeada en el festival internacional de Marrakech

Actualmente hay una manipulación del espíritu, afirma Sharon Stone

No creo que Hollywood esté obsesionado con el sexo... Mostrar pornografía en el cine, menos malo que los videojuegos para niños, dice

Mike Rydell, el realizador del que más ha aprendido, expresa

He hecho de todo, pero nunca interpretaría a una madre que quiera acostarse con el novio de su hija

Enviado
Periódico La Jornada
Lunes 2 de diciembre de 2013, p. a12

Marrakech, 1º de diciembre.

Ante ella es difícil no imaginar esa escena sensual de la película Bajos instintos: una mujer, sospechosa de asesinato, permanece sentada frente a varios detectives. Cruzada de piernas y con cigarrillo en mano, cambia de posición sus extremidades. Deja ver que no lleva ropa interior, elevando al máximo y en sincronía, la libido de los policías.

Se trata de la sexy Catherine Tramell, representada por la actriz Sharon Stone, a quien se le rindió homenaje en la edición 13 del Festival Internacional de Cine de Marrakech.

“No creo que Hollywood esté obsesionado con el sexo. La gente es la que está interesada por ese tema. Claro que los que están interesados solamente por ello no piensan mucho en el futuro, o en, por ejemplo, tener hijos. Lo que no es malo, pero creo que ahora hay una manipulación del espíritu humano, lo que no es nada bueno.

Mostrar cosas en el cine como la pornografía no es tan malo como lo pueden ser los videojuegos que se exponen a los niños. Eso sí es algo extremo, algo que está fuera de control. Es un gran negocio y no hay doble moral. Es algo muy claro y nadie dice nada, dice Sharon Stone, quien en su reciente filme representa a la madre de Linda Lovelace, actriz porno, conocida por el filme Garganta profunda, que recientemente se estrenó en México.

No es lo mío

–¿Qué opina de la pornografía?, pregunta La Jornada a Stone, quien debutó en cine en un pequeño papel en la poco recordada cinta de Woody Allen Stardust memories.

Nunca he visto una cinta pornográfica porque no es lo mío, responde la actriz.

Sharon, ataviada cual diva con un vestido oscuro tornasol, un pez espada con piernas largas, agrega: Me alegro de que el presidente (Barack) Obama haya hecho una campaña para que los niños no estuvieran en riesgo de acercarse a la pornografía. Sé que es una gran industria. Si los adultos ven pornografía a quién le importa, la gente puede hacer lo que quiera, pero si se vuelve algo fuera de control, no está bien. Los pequeños no pueden estar expuestos a esas filias.

Desde principios de los años 80, Stone actuó en producciones para televisión y en películas de corte muy comercial. Su aparición en Vengador del futuro al lado del gobernator Arnold Schwarzenegger la dio un despunte en Hollywood.

Justifica: “He hecho blockbusters (cintas de corte comercial y baja calidad), pero he tratado de no tener malas decisiones en cuanto a la elección de mis papeles. Siempre hay un porqué de la decisión de hacer tal o cual película y la gente, en este tiempo, ha entendido la razón por la cual he estado en películas muy comerciales, así como la labor que hago ahora (activista contra la pandemia del sida, entre otras acciones sociales)”.

Stone comenta que si hay algún director que la ha influido o de quién haya aprendido más es el neoyorquino Mike Rydell.

“Cuando estuve en su set (en la cinta Intersection, que protagonizó con Richard Gere) realmente lo adoré. Reunía al equipo en el plató y cada día les agradecía por trabajar ahí. Luego, nos sentaba –y me refiero a todos, desde el electricista hasta el maquillista o vestuarista– y nos comentaba que observáramos el trabajo del día: Nos decía: “Por favor disfruten de este día de labores. Y lo que pasaba después es que cada miembro de la producción disfrutaba verdaderamente de su trabajo.

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Sharon Stone a su llegada a la ceremonia en la que se le rindió tributoFoto Ap

El primer auditorio en observar el trabajo de los actores era el propio equipo, que sentía cada pieza de la película. Algo que era hermoso... amé trabajar de esa forma, porque hizo la labor en el cine más orgánica. Claro que cada director tiene su estilo, pero de esa experiencia aprendí demasiado.

Stone habló también de su trabajo como Ginger en la cinta Casino, de Martin Scorsese, quien para el filme se basó en el libro del mismo nombre, de Nicholas Pileggi. Es sobre la historia de Frank Rosenthal y Geraldine Rosenthal.

Comenta: Fue maravilloso hacerla. Tuvo fotos de ella (Ginger Rosenthal), archivos del FBI, cartas personales... conocí a sus hijos, sus amigos. Ella tuvo mucho dolor y pude sentirlo cuando hice la película. Fue una experiencia maravillosa. Cuando haces una cinta como esa es cuando percibes esa parte incomprensible en el cine, en la que te vuelves vulnerable, pero Martin (Scorsese) estuvo muy cerca de mí. Son de esas experiencias especiales, con las que creces no sólo como actriz, sino como ser humano.

Para Stone, cuando comienzas la transformación en un personaje cambian muchas cosas en ti, sin duda, pero muchos directores te cuestionan: ¿puedes sólo actuar? Pero cuando estás con alguien tan fabuloso como Martin sólo puedes elevarte a otro nivel y buscar un profundo sentido de las características de quien estás representando. Es algo que te susurra al oído y te dice quién es ese personaje.

Metafísica

Por ahora no espera personaje alguno. Creo que he hecho de todo, pero lo que nunca haría (bromea) es a una madre que quiera acostarse con el novio de su hija, porque hay cosas que me parecen ridículas, como eso, aunque respeto a la actriz que lo quiera hacer. No es lo mío.

Stone, quien destacó al lado de Isabel Adjani en Diabólicas, se muestra ahora como una mujer espiritual. La metafísica es importante para ella. Mientras reflexiona sobre la pregunta que este reportero le hace sobre si este estado debe ser fundamental para los actores o actrices, pide 10 segundos de silencio con los ojos cerrados para implorar, en ausencia de sonido, que Martin Scorsese la vuelva a llamar para trabajar.

Pasado ese tiempo, agradece y responde: Puedo hablar sólo por mí, pero la metafísica es un aspecto sumamente esencial y extraordinario en cada actor. Sobre todo en la influencia que puede tener en un universo real y físico. Yo he crecido con éste.

Sobre nuevos papeles dice que en las próximas semanas recibirá tres guiones de gente que, incluso ha ganado premios Óscar, pero será un tiempo para elegir y reflexionar. No creo en lugares o formas, creo en los individuos, en las creaciones personales, concluye.