Los felinos, que jugaron con 10 desde el minuto 55, evidenciaron las deficiencias de los de Coapa
Tuca Ferretti señaló que el silbante ayudó
a los locales con decisiones equivocadas
Acepta el Piojo Herrera que su equipo tiene varios aspectos que mejorar para su siguiente duelo
Lunes 2 de diciembre de 2013, p. 2
El bicampeonato para las Águilas está a sólo dos pasos. Gracias a su par de goles de visitante y su posición de líder general, el América se instaló en las semifinales al empatar 1-1 ante los Tigres (global de 3-3) en sufrido partido.
Raúl Jiménez anotó al minuto 51, pero el equipo amarillo no pudo marcar de nuevo pese a jugar con un hombre más a partir del 55, mientras que Alan Pulido igualó al 56.
Felinos y Águilas se nulificaron en el primer tiempo con estrategias similares y poca explosividad al frente. Ambas defensas estuvieron atentas, inclusive jugando al borde del reglamento para disolver cualquier amenaza.
América tuvo un inicio prometedor con un par de ataques vibrantes. Al 5, Rubens Sambueza recibió centro de Juan Carlos Medina y al momento de definir se precipitó con un tiro potente pero sin dirección que arrancó el alarido generalizado de frustración.
El estadio Azteca registró una pobre entrada, el graderío no se pobló ni a la mitad, pero de nuevo cundió el entusiasmo al 6, cuando Jiménez avanzó por la derecha, eludió a un defensa y definió ante la salida del portero Enrique Palos, quien bloqueó perfecto y evitó la anotación.
Eso bastó para que Ricardo Tuca Ferretti se levantara furioso de su asiento, gritó a sus dirigidos que estaban como boxeador contra las cuerdas, arrinconados en su propia área y luchando para sacudirse los pelotazos que les llovían desde todas direcciones.
Sin embargo, al 16, el silbante Marco Antonio Rodríguez no marcó un claro penal cometido por el Maza Rodríguez sobre Lucas Lobos, pese a los airados reclamos del creativo felino.
Al 33, Jorge Torres Nilo dio pase retrasado hacia Damián Álvarez en uno de los pocos ataques del equipo regio, pero la Chilindrina definió con tiro flojo que Moisés Muñoz contuvo al recostar.
Las Águilas volvieron a atacar con brío en la recta final del primer tiempo, aunque apenas lograron un remate de cabeza de Valenzuela que pasó unos centímetros encima de la portería.
Ferretti ingresó en la parte complementaria a Emanuel Villa, quien sustituyó a Álvarez. El juego continuó nivelado hasta el 51, cuando Miguel Layún se apropió del carril izquierdo, tuvo comodidad para sacar un gran centro que conectó de palomita Raúl Jiménez para incrustar el esférico a la izquierda del guardameta.
Layún corrió a chocar palmas con el Piojo Miguel Herrera en el festejo que encendió al estadio. No obstante, la fiesta se instaló al 54, cuando Sambueza comenzó a sembrar rivales en inspirada carrera al frente, hasta que el zaguero Hugo Ayala lo frenó con una falta que lo dejó derribado. Chiquimarco no dudó y le recetó el segundo cartón amarillo para enviarlo a las regaderas.
Todo era cánticos y agitar de banderas amarillas. Sin embargo, enseguida llegó el tanto de la UANL. Pulido recorrió media cancha y en el vértice del área grande recortó hacia el frente para sacar un fogonazo imposible de contener para Muñoz.
El Piojo Herrera decidió aprovechar la superioridad numérica y sacó a Luis Gabriel Rey, quien pasó inadvertido; su lugar lo ocupó Andrés Rifle Andrade. No obstante, Ferretti ajustó líneas y su equipo logró nivelar el juego.
La recta final fue tensa. Un gol de cualquier lado podía significar la muerte para el contrario. Al 78 se salvó el América porque el Tito Villa sacó un tiro cruzado que se estrelló en el poste derecho de la meta de Muñoz.
Al 82, Villa se desplomó al borde del desmayo, alcanzó a decir que se sentía mareado y tuvo que ser sacado en el carrito bajo atención médica. Villa, quien no estuvo ni 40 minutos en la cancha, dejó su lugar a Gerardo Lugo y fue atendido en el estadio para luego salir del mismo por su propio pie.
El Piojo vivió un final sufrido, intenso y angustiante porque los Tigres tuvieron la pelota y pujaron al frente. Los de amarillo se dedicaron a reventar el esférico ante unos regios que vendieron cara la eliminación.
Danilinho estaba acalambrado, pero ya estaban agotados los cambios y tuvo que seguir hasta el final.
Al final, Ferretti acusó al silbante de haber ayudado
al América. Fuimos mejores en la eliminatoria, y más en el partido de hoy, naturalmente que también las decisiones arbitrales ayudaron al América: un penal claro sobre Lobos (que no se marcó), una expulsión de Mosqueda que no la quiso hacer efectiva por propinar una patada sobre Damián cuando ya estaba amonestado. Todo esto lleva la balanza a otro lado
.
Dijo que le extrañó la actuación de Rodríguez, pues siempre se ha caracterizado por no dejarse presionar y hoy lo hizo. Naturalmente que la eliminación nos duele mucho
. No quiso afirmar que el árbitro regaló el pase a las Águilas, pero sí cometió equivocaciones e influyó en el resultado final
, sostuvo.
La expulsión de Hugo Ayala fue bien marcada, pero no tuvo el mismo criterio para ambos. Estas decisiones de Marco la verdad que no las entiendo porque lo considero un árbitro honesto y capaz
.
Sobre su continuidad, señaló que “mientras la directiva no piense lo contrario, yo feliz de seguir.
El Piojo Herrera reconoció que el pase a la siguiente ronda fue sufrido. Dejamos de hacer muchas cosas. En el primer tiempo tuvimos tres opciones muy claras y no concretamos. Después vamos arriba en el marcador y regalas un mano a mano, ellos aprovechan y nos empatan. Y cuando debíamos tener la pelota la tiramos sin ton ni son
.
Admitió que para el siguiente partido deberán mejorar la posesión de la pelota. Toluca tiene jugadores que marcan diferencia y su equipo no deja de luchar, pero nos alcanza, fuimos el superlíder
, recordó. Cuando le sacaron a colación otra liguilla en la que fue derrotado por los Diablos, aseguró que sólo fue una mala tarde, pero no lloré, no soy chillón, me molestó la derrota porque pienso que no la merecíamos. Ahora es una buena revancha en la misma circunstancia, una semifinal y vamos a prepararnos mejor
, prometió.