Uno de los temas acordados dentro de la reforma política es la sustitución del Instituto Federal Electoral (IFE) por un nuevo organismo y la salida de todos los consejeros, aunque éstos podrán presentarse para concursar por un cargo.

En el proyecto de dictamen que se discute en el Senado se modifica el proceso de selección de los 11 consejeros que se integrarán al Instituto Nacional Electoral (INE), ya que, aunque la facultad sigue recayendo en la Cámara de Diputados, se establecen tiempos, a fin de que no se repitan situaciones como la actual en que el IFE trabaja incompleto porque los partidos no se han puesto de acuerdo.

Para evitar las largas demoras en San Lázaro, en el dictamen se fijan fechas límites y plazos improrrogables, que en caso de que no se cumplan, se quita la decisión a los diputados y se traslada al pleno de la Suprema Corte, para que sea ésta, en sesión pública y vía insaculación, designe a los consejeros del INE.

El procedimiento comenzará cuando la Cámara de Diputados emita una convocatoria pública, para que se inscriban quienes deseen participar. El listado se turnará a un comité técnico de evaluación, formado por siete personas de reconocido prestigio, tres de las cuales serán nombradas por él órgano de dirección política de San Lázaro, dos por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y otros dos por el organismo garante, previsto en el artículo 6 constitucional.