Este domingo, Andrés Manuel López Obrador encabezará una quinta concentración en el Zócalo capitalino, a partir de las 10 de la mañana, en contra de la reforma energética propuesta por Enrique Peña Nieto.

La movilización se da dos días antes de que el Senado podría arrancar el proceso de dictaminación de esa minuta. López Obrador ha advertido que ésta podría ser aprobada por el PRI y el PAN la madrugada del 12 de diciembre.

El ex candidato presidencial y presidente del consejo nacional del Movimiento Regeneración Nacional espera que miles de personas, además de organizaciones, se sumen a la concentración, donde se plantearán las acciones a seguir, como parte del plan de desobediencia civil pacífica, el cual contempla cercos al Senado, a la Cámara de Diputados y a los congresos locales.

La primera movilización nacional que encabezó contra la intención del Ejecutivo federal de modificar los artículos 27 y 28 constitucionales para otorgar contratos de utilidad compartida a inversionistas privados, nacionales y extranjeros, tuvo lugar el pasado 8 de septiembre.

A partir de ahí comenzó a definirse el plan de acción a aplicar antes de que se aprueben en el Congreso los cambios constitucionales, el cual incluyó que López Obrador encabezara 40 asambleas informativas en el Distrito Federal y el estado de México para dar a conocer la propuesta y convocara a tres movilizaciones más en la capital del país.

También, difundir el planteamiento de consulta ciudadana sobre las reformas constitucionales bajo el lema: ¿Tú vas a dejar que decidan por ti?, y mediante brigadas ciudadanas, recolectar las firmas que se requieran para respaldar la demanda de que esta decisión la adopte la población.

A cada uno de los asistentes a las concentraciones les pidió recolectar al menos 10 firmas respaldando la propuesta de consulta y convencer a otras personas para que se sumen a las movilizaciones en defensa del petróleo.

El plan incluye además no comprar a empresas que fueron ‘‘cómplices del fraude electoral’’, como Soriana; apagar la luz a partir del 2 de noviembre cada que aumente el precio de los combustibles y el envío de cartas a las petroleras extranjeras Exxon, Chevron, Statoil y Petrobras para informarles que los contratos de utilidad compartida no tendrán validez.

De igual manera, que se aplique un plan de austeridad republicana para ahorrar 385 mil millones de pesos del presupuesto, eliminando gastos innecesarios y privilegios de los altos funcionarios.

López Obrador ha alertado que el gobierno de Enrique Peña Nieto pretende que se posibiliten los contratos de utilidad compartida, que representan un atraco a la nación.