La fría superficie del espejo es a la vez puerta plateada y filtro; además, es el elemento que une las dos historias en El rumor de los espejos, novela de María E. Silanes. Dos mujeres en diferentes tiempos, que giran en torno a la imagen transfigurada de la que no sabemos si es reflejo o contraparte.

Lina y Celia. La primera, mujer de casa y de posición acomodada, a principios del siglo XX; la segunda, vive en el presente y es culta. Una historia entretejida alrededor de un espejo en el que se encontrarán y reconstruirán su historia.

El tiempo y el mueble reflejante, como puertas y conectores, para estas dos personas. Lina que vive la penumbra de un vacío existencial, que encuentra su sombra, un alter ego, que la impulsa; embarcada en una búsqueda más necesaria que nunca porque sabe que su vida fue una elección y al mismo tiempo la aguijonea para salir de ahí, para escapar de ese espacio de blancas paredes y servidumbres; contra el que nunca se sublevó pero que ahora, encarnado en su sirvienta Remedios, la asfixia.

Celia, en cambio, es una historiadora que enfrenta un entorno opresivo en otra forma. Vive una sociedad agreste, que domina en los objetos en la velocidad y la desconexión entre las personas. Un espejo y un hombre irrumpen en la vida de ambas protagonistas para lanzar un encuentro que soluciona la línea del tiempo, la estabilidad y los lugares.

Con Lina se muestra la duda: ¿habrá compensación por la estela de pétalos que ella ha ido dejando a su paso, como si se desangrara? o la remembranza a su abuela y a un joyero fabuloso: “¡Estaba tan orgullosa de poseerlo! ‘Aquí no sólo guardo alhajas, sino también parte de mi espíritu, Lina...’”

Para ambas la posesión les plantea una búsqueda de libertad, el conseguir más que la ocurrencia de la vida, incontrolable, a pesar de los fetiches y las ilusiones.

Título: El rumor de los espejos

Autor: María E. Silanes

Editorial: Martínez Roca

Número de páginas: 303

Precio de lista: 189 pesos

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