Planteamientos en la conferencia sobre nuevas interpretaciones
Miércoles 27 de noviembre de 2013, p. 8
La Revolución Mexicana fue el mayor desafío al imperialismo y en América Latina no existe nada más revolucionario que cuestionar ese sistema de dominación; es imposible proponerse el socialismo, si no se rompe ese sistema de dominación.
Esos fueron algunos de los planteamientos en los que coincidieron el historiador Pedro Salmerón y el analista político Angel Guerra durante la conferencia Nuevas interpretaciones de la Revolución Mexicana, en la que también participaron los historiadores Andrea Andrade Gaxiola, Jesús Gerardo Díaz Flores y Bernardo Ibarrola Zamora.
Al profundizar sobre las interpretaciones a la Revolución Mexicana, el historiador Pedro Salmerón recordó que hace medio siglo ningún académico o historiador ponía en duda que la gesta revolucionaria de 1910 había sido esencialmente popular, agraria, nacionalista y antimperialista y sólo se discutía la esencia.
Sin embargo, ese consenso concluia cuando se cuestionaba si el gobierno en turno era heredero legítimo de la revolución; entonces, para algunos historiadores el régimen era heredero de ese movimiento y, para otros, se había formado un nuevo régimen antipopular, antiagrario, es decir, concentrador de la tierra en pocas manos, proclive a la proliferación económica, antinacionalista o entreguista y, por tanto, operador en México del imperialismo.
Durante la ponencia del foro México después del 2 de julio y el mundo actual, que organizan los lunes La Jornada y la Casa Lamm, Salmerón comentó que en el camino a los historiadores se les olvidó que el régimen porfirista era operador del gran capital transnacional.
“Se nos olvidó –agregó– que la revolución fue una reacción popular, como dice Arnaldo Córdova, una gran movilización de masas en contra de eso”. Después en la década de los 60 surgió la corriente de los historiadores llamados revisionistas, cuya crítica fue contra el régimen que se declaraba heredero de la revolución.
Los revisionistas logran poner en tela de juicio esta característica de que la revolución popular no fue ni agraria ni nacionalista. Fue otra cosa, fue la prolongación del capitalismo
, expuso el historiador.
Sostuvo que el consenso que nos han vendido los herederos de la revolución en los años recientes es que no hay más alternativa política que el modelo político liberal y no hay más alternativa económica que el modelo económico liberal
.
En su intervención, Díaz Flores habló del poderío militar del reino de Prusia y de las tácticas militares de los mexicanos, mientras que Daniela Andrade se enfocó en la situación de la Comarca Lagunera durante la gesta revolucionaria y la aparición de los colorados, rebeldes que tremolaban la bandera roja.
El investigador Bernardo Ibarrola Zamora indicó que la lectura del pasado desde el presente es la historia y que el problema de la Revolución Mexicana se sigue escribiendo.