A partir del próximo año se aplicará el Propesca –parecido al Procampo–, al cual se destinaron 50 millones de pesos para empezar a armar el programa, dijo Alfonso Inzunza Montoya, presidente de la Comisión de Pesca de la Cámara de Diputados.

La propuesta es que se entreguen 10 mil pesos anuales a 350 mil pescadores ribereños y a quienes laboran en las embarcaciones de altamar y en granjas acuícolas durante las temporadas de veda.

Aseguró que no será un subsidio, pues se tiene contemplado que los beneficiarios acudan a cursos y se sometan a evaluaciones; las definiciones las hará la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, la meta es atender al sector pesquero que ha estado abandonado por años y eso ha generado pobreza, violencia, prostitución y drogadicción.

El titular de Conapesca, Mario Aguilar Sánchez, asentó que la acuacultura será el bastión para detonar al sector, pues actualmente se requieren 330 mil toneladas adicionales al millón 600 mil toneladas que se producen, de las cuales 85 por ciento proviene de la captura en altamar y 15 por ciento de la acuacultura. El reto es elevar la producción acuícola, pues para 2050 se requerirá un millón de toneladas más, por lo que la acuacultura deberá tener mayor empuje.

La representante en México de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Nuria Urquía Fernández, habló de la urgencia de que el gobierno mexicano otorgue un mayor impulso al sector pesquero y que los pescados y mariscos lleguen a la población que habita en las zonas más deprimidas.