Martes 26 de noviembre de 2013, p. 12
Elusión y evasión fiscal, constante de las mineras en México, sean éstas extranjeras o nacionales, denunció Francisco Cravioto, representante de la organización no gubernamental Fundar, Centro de Análisis e Investigación.
En el contexto de la jornada por la nueva ley minera, Cravioto señaló que además de que esas empresas pagan los derechos más bajos del mundo por concesiones de exploración y explotación –llegan a ser de cinco pesos por hectárea en los primeros años y a lo mucho ascienden a 114 pesos–, aprovechan huecos en la ley fiscal para eludir sus obligaciones. En términos reales, subrayó, están contribuyendo con 3 por ciento de lo que realmente deberían aportar al fisco.
En entrevista, explicó que la reforma hacendaria recién aprobada estipula que, en adelante, las mineras tendrán que pagar un derecho de 7.5 por ciento de sus ingresos y que en caso de que éstas exploten metales preciosos, como oro, plata y platino, será de 8.
Ello significa que ese derecho, sumado al impuesto sobre la renta, si se cobrara realmente
esas compañías estarían contribuyendo con 40 por ciento de sus ingresos a partir del año próximo.
El problema es que tienen amplias oportunidades de elusión fiscal. Del lado de los impuestos es la misma historia de las grandes empresas del país, las cuales, amparadas en el secreto fiscal del artículo 69 del Código Fiscal de la Federación, maniobran para eludir sus obligaciones y nada indica que eso cambiará.
Las grandes mineras, aprovechando las mismas oportunidades de elusión fiscal, se ahorran casi 97 por ciento de impuestos. Sólo entregan una parte mínima. En los nuevos derechos a la minería quedó determinado que éstos se cobrarán sobre ingresos que reportan las compañías, menos las deducciones que permite, y éstas serán las grandes ventanas para la elusión
, aseveró el experto.
Puso de ejemplo que los derechos no se cobrarán a una mina en particular, sino que se permitirá a la empresa agrupar los ingresos de todas las concesiones y sobre ese total pagar, pero tramposamente muchas compañías presentan empresas que están en quiebra permanente
y deducen sus supuestas pérdidas.