Roma, 25 de noviembre.

El ex primer ministro y magnate de las comunicaciones Silvio Berlusconi intentó este lunes in extremis evitar ser expulsado para siempre del Parlamento, en lo que sería un final humillante para el líder indiscutible de la derecha italiana.

Tenemos documentos que nos permiten pedir la revisión del caso ante la Corte de Apelaciones, aseguró Il Cavaliere, quien se someterá el miércoles a un voto en el Senado para su expulsión del Parlamento.

Les pido que voten con conciencia, no tanto por mí sino por respeto a la democracia, solicitó Berlusconi directamente a sus adversarios del Partido Democrático (izquierda) y del Movimiento Cinco Estrellas, liderado por el comediante Giuseppe Piero Beppe Grillo, en una conferencia de prensa.

El pleno del Senado deberá votar el miércoles el retiro del escaño a Berlusconi tras la condena definitiva a cuatro años de prisión por fraude fiscal en el caso Mediaset, sanción prevista por una ley de 2012.

El político y empresario sostiene que cuenta con 12 testimonios, siete completamente nuevos, que le permitirán pedir la revisión del caso y probar que es inocente.

Soy inocente. Para mí se trata de un golpe de Estado fraguado por la izquierda, no tengo otras palabras para definirlo, declaró Berlusconi en entrevista radial.

El magnate, de 77 años, hace frente a uno de los momentos más difíciles en 20 años de carrera política, marcada por una gran popularidad y muchos escándalos sexuales y judiciales.

El triste final de uno de los hombres más ricos de Europa, que no quiere retirarse de la vida pública, que se somete a continuas cirugías plásticas para parecer más joven, que se deja ver con una mujer de menos de 30 años, no parece ver afectada su imagen de hombre exitoso, y su popularidad sigue siendo elevada.

Sin la inmunidad parlamentaria, Berlusconi corre el riesgo de ser condenado por varios procesos más en los que ha sido acusado de abuso de poder, prostitución de menor –el caso Ruby– y soborno a un senador para generar la caída del gobierno de izquierda.

Por su edad, el magnate no cumplirá condena en la cárcel y a cambio realizará trabajo social.

Según el diario romano Il Messagero, su viejo amigo Vladimir Putin, de visita en Roma, le entregará un pasaporte diplomático para que pueda viajar a Moscú.